
Verónica Bastos no se quedó con la espinita entre pecho y espalda y confesó que, en realidad, uno de los principales factores que cambió el matiz de los medios faranduleros mexicanos fue la "chusmería".
"(El tono de los programas) Responde a que la chusmería se soltó en estos días por aquí: Niurka terminó con Bobby Larios y habla pestes de él, cosa que El Cibernético (luchador) aprovecha para enamorarla, pero resulta que este tiene novia desde hace tres años. Luego Jorge Salinas (actor) deja embarazada a una señora que no es su esposa. sí, la verdad es que todo anda muy loco por acá", aseguró la tica, quien trabaja hace cinco años en Televisa.
Acá en Costa Rica no han faltado las críticas por el tono sensacionalista y hasta lagrimero de espacios como La Oreja y Con Todo , este último conducido por Bastos junto con los periodistas Fabián Lavalle y Gerardo Alfaro.
Algunas de las críticas van desde que la magnificación de líos entre pseudoestrellas de la farándula y el espectáculo hasta la intromisión de los periodistas en esos escándalos. Bastos respondió a estas y otras críticas mediante un correo electrónico.
En Costa Rica se escuchan críticas por el tono y matiz que han tomado los programas de espectáculos en México, así como la "creación" de estrellas a partir de escándalos. ¿Qué opina?
Hay un dicho muy cierto que dice "Dios los hace y ellos se juntan". Eso nos está pasando aquí. Demos gracias a Dios de que en Costa Rica no hemos llegado a esos niveles. El tono de los programas responde a que la chusmería se soltó en estos días por aquí.
¿Por qué los periodistas toman partido en estos líos y no mantienen una distancia prudente?
Porque aquí sí está permitido meter la cuchara a partir de que todos tenemos un punto de vista. En mi programa el mío es desde la perspectiva de la mujer. Un ejemplo claro es Niurka Marcos; ella es fuerte, sincera y hasta grosera, te dice las cosas como son en tu cara. En mi caso como mujer eso me gusta. Pero también muchas veces le reprocho la chusmería con la que dice las cosas. hay maneras de decirlas. Aquí no hay problema con dar tu punto de vista; eso a la gente le encanta y yo lo noto cuando en la calle me paran para decirme: "bien Vero, dale duro a tal o cual".
¿Cómo se ve Verónica Bastos ante este panorama? ¿Siente que ha perdido o ganado como profesional?
He ganado muchísimo, porque sé reaccionar ante las situaciones más difíciles en un programa en vivo. Ya no me dan la vuelta tan fácilmente. En una revista aquí en México hicieron un análisis de todo esto y me bautizaron como "la mediadora número uno" de la televisión mexicana, porque al final eso trato de hacer.
En cuanto a la gente: ¿gana o pierde con esta agenda "informativa"?
Por los altísimos niveles de audiencia que registramos cada noche en el horario estelar que tenemos aquí en México pareciera que ganamos y que cada vez son más los mexicanos que nos ven.
Pero, entonces, ¿hasta dónde llegan los límites informativos?
El límite está hasta el momento donde se faltan al respeto, eso no se puede permitir. Y en mi programa hemos tenido que poner mano dura en eso.