EL MÉRITO DE Axe Bahía no es despojarse de sus ropas y con lo poco que les queda, subirse al escenario. Después de todo, el espectacular físico de sus integrantes, se los permite. El mérito de esta agrupación es haber sacado el género musical, Axe, de la ciudad de Salvador de Bahía, en Brasil, darle cuerpo -literalmente- y exportarlo a todo el continente.
Este ritmo es uno de los productos más pegajosos que han alborotado el mercado en los últimos años. Nacido en los 80, la música mezcla samba, folclor bahiano e influencias tropicales.
Tapinha, Thu Thuca y Namorar Pelado (Beijo Na Boca), del disco Tudu Bem, son solo tres de las piezas que dirigieron la atención del público a los cuerpos de Flaviana Seeling, Francini Contin, Jefferson Barbosa, Jociney Barbosa y Bruno Lazzaretti.
Los bailarines brasileños se olvidaron del anonimato desde un programa televisivo chileno (Mekano). En nuestro país los conocimos, poco a poco, con la ayuda de las chicas de A todo dar (Canal 6), quienes incluyeron en algunos de sus concursos varias de las piezas. Cada canción está estrictamente ligada con una coreografía, la gracia estaba en reproducirlas en el propio cuerpo.
Aunque en Costa Rica, el grupo es bastante nuevo, en América del Sur es un verdadero fenómeno, pues además de haber vendido miles de discos, que les han merecidos platinos y oros, sus nombres acaparan el mercado de la publicidad desde otros productos como por ejemplo: zapatos, firmaron un convenio para promocionar las zapatillas North Star; muñecos, cada miembro tiene el suyo; perfumes, una línea de fragancias que representan a cada uno de los integrantes (por ejemplo, Flaviana es Maracuyá Fashion; Jeferson, Mango Dream).
Además, hay chicles Dos en Uno de Axé Bahía; una agenda Rhein; cuadernos con portadas alusivas y videos coreográficos.
El mánager y genio creador de la idea, Marcelo Borlando, asegura que "ellos son de verdad, y tan de verdad, que finalmente se tradujeron en un fenómeno social y comercial de alto impacto".
Puro movimiento
Todo empezó cuando en diciembre del 2000, Flaviana, la rubia, viajó con su grupo de baile desde Curitiba (capital del sureño estado de Paraná) a Puerto Seguro, balneario de Bahía, al norte de Brasil. Ahí bailaban en hoteles de playa hasta que conocieron a un turista que cambió sus vidas: Rolando Devia, él los contrató y se los llevó a Chile.
Para ese entonces el nombre del grupo era Yaya Gaya, palabra indígena que significa perseverancia, sacrificio y fuerza. Antes de viajar a Chile, cambiaron el nombre para que fuera más entendible.
Desde este país se proyectaron al mundo. Sus participaciones en los espacios televisimos: Mekano, Buenos Días a Todos y Noche de Juegos, los convirtieron en lo que son.
Ahí sus conciertos alcanzaron cifras de locura: reunieron a 75 mil personas en Curicó, 30 mil en el Estadio Fiscal de Talca, 25 mil en el Estadio Municipal de Arauco, además, en febrero de este año, participaron en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar.
El próximo paso a seguir es: Tudo Bem 2, O Ritmo Continúa, el segundo disco del grupo. Catorce temas que deja un poco el funky de piezas como Tapinha y Tchu Tchuca y evoluciona a lo que es la música pop, mezclada, claro está, con la onda brasilera. Tranquilos, el axe no puede faltar.Sin embargo, aunque el éxito de Axé Bahía está claro, muchos comentaristas de espectáculos los califican como una moda pasajera. Su creador sale en su defensa: "A Axe Bahía lo hemos manejado como una empresa, con marketing artístico. Para eso hemos creado todo un proyecto, que se basa en la calidad del fenómeno. Y como sucede en todos los mercados, en el del arroz, de los fideos, siempre triunfan los más creativos". Bueno, el tiempo dirá...mientras tanto, los que quieran dejarse impactar por el ritmo, tienen una cita, hoy, en el Palacio de los Deportes.