París, 5 nov (EFE).- La Prefectura de París pidió a los bomberos de la capital que no facilitaran el número de muertos durante la ola de calor del pasado verano que causó la muerte de unas 15.000 personas en Francia, según un oficial del cuerpo de bomberos.
"La consigna fue no difundir un mensaje alarmista y no dar el número de muertos", aseguró hoy ante una comisión de investigación parlamentaria el comandante Jacques Kerdoncuff, ex oficial de prensa de la brigada de bomberos de París.
La disposición de la Prefectura se remonta al 8 de agosto, cuando se cumplía una semana del inicio de la canícula, explicó el oficial.
Dos días después se le reiteró que "no cediera a la tentación de las cifras", según Kerdoncuff, quien reconoció que los bomberos necesitaron varios días para darse cuenta de la magnitud de la catástrofe.
Hace una semana, ante la misma comisión que investiga las consecuencias de la canícula, el prefecto de la policía de París, había asegurado que "nunca se quiso esconder que había muertos".
Por su parte, dos miembros del gabinete del ministro de la Salud reiteraron hoy ante los diputados que no fueron alertados a tiempo de los graves efectos que la ola de calor tenía entre los franceses.
"Nos enfrentamos a una epidemia silenciosa", aseguró el director general William Dub, quien añadió que hasta el 9 de agosto, cuando inició sus vacaciones, "ninguna información indicaba que la situación sanitaria fuera a degradarse" a pesar de que "hoy sabemos que el 8 de agosto había ya más de 3.800 muertos" por el calor.
Según Anne Bolot-Gittler, directora adjunta del gabinete del ministro de Sanidad, Francois Mattei, la amplitud de la catástrofe sólo se conoció el 13 de agosto, cuando un comunicado de la sociedad Pompas Fúnebres Generales alertaba de más de un mil muertos en esos días con respecto al mes anterior.
Según el último informe oficial, la ola de calor que sufrió Francia en el mes de agosto causó la muerte de 14.802 personas y los aumentos de mortalidad llegaron al 130 por ciento en la región de París: un 127% en la capital y un 171% en el departamento de Val de Marne, a las afueras de París. EFE
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