Santiago de Chile, 25 jun (EFE).- La picada de un zancudo en sus fosas nasales fue la culpable de que Humberto Tardo Lamas, un chileno de 78 años, de origen muy humilde, sufriera la pérdida de su nariz y de que ahora sus amigos se burlen de él llamándole "Porky".
Según informa hoy el popular diario "La Cuarta", el caso de Tardo Lamas, que gusta del alcohol y soporta a diario las palizas que le propina su mujer, es una clásica tragedia de pobres, a quienes les pasa de todo y cuyas historias podrían dar origen "para una llorada telenovela".
El hombre de la ciudad de La Serena, en el norte de Chile, que habita en una humilde casa situada bajo aquellos puentes que surgen de las grandes autopistas, vive una verdadera pesadilla desde que hace algunos días le picó un zancudo en lo que era su nariz.
Relata el propio Humberto que, tras el ataque del insecto, se dispuso a dormir, pero la nariz le ardía tanto que decidió levantarse en medio de la oscuridad y se dirigió hasta un lavadero donde agarró un puñado de polvo que creyó detergente y se lavó la herida.
Sin embargo, para desgracia del pobre hombre, el polvo no era detergente sino ácido, elemento corrosivo que en un par de días le quemó carne y cartílago.
Cuenta que al tercer día se le cayó la nariz, situación que lo tiene al borde de una crisis de nervios mientras que sus amigos, que al igual que él, gustan de empinar el codo, le molestan llamándole "Porky" por los dos hoyos que ahora reemplazan su nariz.
El Comité Regional del Adulto Mayor, que se enteró del problema del anciano, solicitó al Servicio de Salud de la zona de que se haga cargo del hombre, habida cuenta de su situación social y sanitaria. EFE
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