La viuda de Rafael Alberti, María Asunción Mateo, se defendió de las acusaciones vertidas en su contra por el reparto de la herencia del poeta y pidió "un poco de respeto" para la memoria de su esposo.
En declaraciones a la prensa en Cádiz (sur de España), Mateo calificó de "descabelladas" las versiones ofrecidas el pasado fin de semana sobre el testamento del poeta por varios periódicos españoles.
El diario madrileño El Mundo publicó el sábado en exclusiva algunos de los detalles del testamento de Alberti, quien legó la mayor parte de sus bienes a su segunda esposa, María Asunción Mateo, y a los dos hijos de ésta, anteriores a su matrimonio, y dejó "al margen" a su única hija biológica, Aitana, quien reside en La Habana.
Ese mismo día, el diario barcelonés La Vanguardia informó de que Mateo, en los últimos años de vida del poeta, había constituido una sociedad junto a sus hijos que se reservaba todos los derechos de imagen del autor de Sobre los ángeles.
Alberti, fallecido el pasado 28 de octubre en su casa gaditana, se casó en 1990 con María Asunción, dos años después de la muerte de su primera esposa, María Teresa León.
Hija "asqueada"
La hija única de Rafael Alberti, Aitana Alberti, calificó el domingo de "expolio" y "burla" el testamento del gran poeta español.
"Es terrible", afirma Aitana Alberti en una entrevista publicada por el periódico El Mundo, "este testamento es un expolio y una burla".
El documento, redactado en diciembre de 1996, prevé que sus bienes materiales (en particular cuadros de gran valor) y una gran parte de los derechos de autor de sus obras irán a su segunda esposa, María Asunción Mateo, y a sus dos niños.
Aitana Alberti, de 58 años, heredó los derechos de autor de ciertas obras y algunos bienes, entre ellos un cuadro de Miró y un dibujo del poeta Federico García Lorca, amigo de Rafael Alberti.
"Se trata de esos regalos que un padre hace a una hija y que los tengo por aquí, por mi casa, en algunos casos desde hace 20 ó 30 años. Es un expolio verdadero. Es terrible", explica Aitana Alberti en el suplemento cultural dominical de El Mundo.
"Estoy asqueada y confundida", declaró, además, la hija del poeta en otra entrevista publicada también el fin de semana por el periódico El País. "Todavía es pronto para decidir nada, es un caso complejo y mis abogados estudian la documentación", explicó.
Según El País, Alberti había entregado por lo menos diez testamentos entre 1991 y 1996. El último, que anula los precedentes, fue simplemente leído en voz alta por el notario delante del poeta, cuyas facultades mentales estaban ya muy disminuidas, quien lo firmó sin tomarse el trabajo de examinarlo personalmente.
Respeto, por favor
Mateo pidió "un poco de respeto" para lo que su marido "ha representado y representa en la historia de este siglo" y reivindicó la autoridad moral que le confiere haber estado a su lado en todo momento.
La viuda, que participó en Cádiz en un homenaje a Alberti con motivo de su 97 aniversario, desmintió las versiones ofrecidas por los medios de comunicación y dijo que "si no se han reunido las partes, que en este caso son la viuda y la hija, no se puede llegar a ningún acuerdo ni a ningún desacuerdo".
"Todo esto es una publicidad anticipada, así es que lo mejor es esperar a que los abogados se reúnan y cuando estén reunidos entonces yo estaré encantada de poder contarles muchas cosas", agregó.
"Para mí, mi marido estuvo muy bien hasta el último minuto de su vida", precisó Mateo, en alusión a las acusaciones de que utilizó la avanzada edad de su esposo -96 años cuando murió- para obligarlo a testar en su favor.
La viuda indicó que Alberti "es la persona con la que he compartido mi vida durante varios años, hemos dormido en la misma cama y ha muerto estando en mis brazos, por lo tanto, mejor que nadie creo que no lo va a contar otra persona".
Por ello, pidió "un poco de respeto hacia lo que mi marido ha representado y representa en toda la historia de este siglo".