El exgobernante, apodado el Gran Cocodrilo , por su talante férreo e intransigente en el plano político, dirigió el gobierno de la minoría blanca de Sudáfrica entre 1978 y 1989.
Desafió el mundo durante el período más turbulento del apartheid –segregación racial– e hizo oídos sordos de la condena internacional.
Le gustaba mostrarse como el primer líder sudafricano en buscar la reforma racial, pero restringió drásticamente las actividades de las organizaciones políticas de los negros y llegó a detener a más de 30.000 personas
Como jefe del Partido Nacional, cedió su lugar a F. W. Klerk, quien llevó al país a las primeras elecciones multirraciales en 1994, en las que ganó el Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela.