Tokio, 31 jul (EFE).- El embajador de Perú en Japón, Luis Macchiavello, hizo entrega hoy al ministerio de Asuntos Exteriores japonés de la petición de extraditar al ex presidente Alberto Fujimori, quien reside en este país amparado por la nacionalidad nipona de sus padres.
El documento fue recibido por el director para América Latina y el Caribe de la cancillería japonesa, Ken Shimanouchi.
Las autoridades judiciales peruanas solicitan la extradición de Fujimori (presidente entre 1990-2000) por la supuesta comisión de los delitos de homicidio calificado, desaparición forzosa y lesiones graves, en los casos de las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta.
En esos crímenes, ocurridos en noviembre de 1991 y julio de 1992, respectivamente, murieron 25 personas, asesinadas por el grupo militar encubierto "Colina", que ejecutaba sus acciones criminales supuestamente con el conocimiento del ex presidente.
Según dijeron a EFE fuentes de la cancillería japonesa, el proceso del documento empezará con la confirmación de si contiene una cláusula de reciprocidad según la cual Perú estudiará cualquier hipotética petición de extradición de buscados por la justicia japonesa.
Yasushi Sato, encargado de la división de Perú en el Ministerio de Exteriores, indicó que una vez confirmada esa condición, el documento será remitido al ministerio de Justicia, que será el encargado de emitir una decisión respecto a la petición peruana de devolver al ex mandatario.
El funcionario declinó anticipar plazos para el proceso del documento, traducido al idioma japonés, e indicó que la respuesta del Ministerio de Justicia será comunicada a Lima a través de la misma Cancillería japonesa.
El documento se recibe en Tokio en medio de crecientes críticas de organizaciones de activistas al Gobierno japonés por la supuesta protección que brinda al ex mandatario, quien empezó a ser conocido en Japón tras la operación para liberar a los rehenes en la residencia del embajador japonés en Lima, que estuvo ocupada por un comando del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru casi cuatro meses, hasta el 22 de abril de 1997.
Tokio rehusó a cumplir a la alerta distribuida por la Interpol en marzo pasado para que Fujimori quede a disposición policial en cualquiera de los 181 países suscritos a ese organismo, bajo el pretexto de que, según la legislación japonesa, una notificación de ese tipo era insuficiente para realizar un arresto.
En respuesta al documento de la Interpol, el portavoz del Gobierno, Yasuo Fukuda, afirmó que la Constitución japonesa no permite detener a nadie sin una orden judicial nipona, a menos que la persona en cuestión sea sorprendida en flagrante delito.
Países como Alemania, Italia, México, Costa Rica y Colombia se han pronunciado por la captura de Fujimori.
Fujimori llegó a Tokio en noviembre de 2000 en una escala aparente, poco después de que se divulgara en Perú la existencia de una trama de corrupción encabezaba por su entonces asesor presidencial Vladimiro Montesinos, que está siendo juzgado en su país por varios delitos.
El ex presidente dimitió de su cargo a través de una comunicación enviada desde su hotel de Tokio, tras lo cual el Parlamento peruano le destituyó.
Posteriormente, el Gobierno nipón le confirmó su nacionalidad japonesa porque sus padres eran oriundos del sur de Japón.
Fujimori emite periódicamente comunicados a través de internet en los que asegura ser víctima de una campaña de persecución política en Perú, pese a que recientemente anunció un nuevo movimiento político llamada "Sí cumple" con el que pretende volver a gobernar el país andino en 2006. EFE
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