
Philip Glass era casi un niño cuando atendió los llamados de su precocidad: a los 15 años hizo estudios de filosofía y matemática en la Universidad de Chicago y antes de los 20 ya estaba matriculado en la prestigiosa academia Juilliard, de Nueva York.
Cómo se transformó en una de las figuras más influyentes en la música del siglo XX y uno de los compositores estadounidenses de música minimalista más recurrentes en el cine, es parte de una historia accidentada.
Su trabajo con Ravi Shankar y su percepción del ritmo aditivo en la música india, en los 60, produjeron una transformación radical en sus ideas y la creación de su singular estilo. De su producción para cine destacan Mishima , de Paul Schrader; Koyaanisqatsi , de Geoffrey Reggio; Kundun , de Martin Scorsese; El Show de Truman , Peter Weir; Las Horas , de Stephen Daldry y Diario de un escándalo , de Richard Eyre.