
CARACAS (AFP) Los militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), al que pertenece el presidente Hugo Chávez, elegirán el domingo sus candidatos a alcalde y gobernador para las elecciones del noviembre.
Algunos sondeos han indicado que el partido oficialista puede resultar derrotado en algunas plazas clave.
En total, unos cinco millones de afiliados podrán participar en estas primarias que, según el partido, es un método que refleja la democracia y la transparencia que rigen en esa organización.
"Este proceso interno impacta a todo el país y a la moral colectiva. Es un gran ejemplo de cómo se construye la verdadera democracia", declaró Chávez, presidente del PSUV el jueves por la noche en un acto con militantes de su partido.
Según el mandatario, estas elecciones, pese a su carácter local, son "estratégicas" y las "más importantes de los últimos años" en el país.
El mandatario ya perdió en diciembre el referéndum sobre su proyecto de reforma constitucional, su primera derrota en nueve años, y no puede permitirse ceder terreno de nuevo.
Actualmente la oposición venezolana gobierna en dos estados, sobre un total de veintitrés más el Distrito Capital, y no tiene representación parlamentaria.
"Estos comicios lucen regionales pero son nacionales. Están sobre el tapete temas como la seguridad, educación, salud y también espinosos asuntos como los derechos humanos, la justicia o la descentralización", explicó la concejal de oposición Soledad Morillo, en un artículo de opinión publicado este viernes.
Para ser candidatos del PSUV, los aspirantes deberán conseguir más del 50% de los votos en las primarias, además de marcar una diferencia de por lo menos un 15% con su más cercano competidor.
Los casos en los que no se logre esa ventaja serán sometidos a la decisión de la dirección del PSUV o del propio presidente Chávez.
No obstante, se ha criticado en la prensa que los precandidatos más afines a Chávez están contando con ventaja en esta campaña. "Aunque el proceso representa un avance en la votación de base, las normas internas del partido sacrifican la decisión de este sector en beneplácito de los designios del presidente Hugo Chávez", publica el diario de oposición Tal Cual.
El 1 de junio el Consejo Nacional Electoral (CNE) pondrá a disposición de los militantes del PSUV casi 3.500 centros de votación y la jornada costará a las arcas del partido unos cinco millones de bolívares (2,32 millones de dólares), que el partido pagará a plazos gracias a aportaciones de sus afiliados.
"Podemos anunciar con orgullo que la selección de nuestros candidatos se hará desde las bases. Estamos hablando de casi 6 millones de personas que tendrán la oportunidad de hacerlo y lo que estamos logrando es romper con la tradición de los cogollos partidistas", declaró Vanessa Davies, miembro de la directiva del PSUV.
Chávez ha garantizado que los resultados serán divulgados tan pronto el CNE haga el recuento y prometió transparencia.
"No habrá manipulación. Daremos los resultados hasta el último voto del último candidato del país", aseguró.
Para evitar que los perdedores en estas elecciones internas intenten lanzarse por su cuenta como candidatos, el mandatario fue muy claro: "Quienes no acepten los resultados serán pulverizados moralmente por el pueblo bolivariano".
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