La Haya, 20 dic (EFE).- El Parlamento holandés criticó hoy la tardanza de la investigación que el Ministerio Fiscal lleva a cabo sobre el barco "Probo Koala", cuya carga tóxica transportada desde Amsterdam a Corta de Marfil causó la muerte a diez personas en el país africano.
El Ministerio de Medio Ambiente holandés indicó en una carta enviada hoy al Parlamento que la investigación de la Fiscalía tardará todavía "varios meses", con lo que los partidos de izquierda en el Congreso (verdes -GroenLinks-, laboristas -PvdA- y socialistas ex maoístas -SP-) han expresado su disconformidad.
El diputado laborista Diederik Samsom incluso anunció la intención de la Cámara Baja de iniciar una investigación propia sobre el papel de Holanda en torno al Probo Koala, según recogió hoy la agencia holandesa ANP.
El secretario de Estado de Medio Ambiente, Pieter van Geel, reconoció ayer en el Parlamento la responsabilidad de su ministerio en la tragedia, pero "visto con retrospectiva".
Van Geel reconoció que la inspección de Medio Ambiente no tendría que haber dejado zarpar en julio pasado al buque desde Amsterdam, y que tendría que haber revisado el permiso, incluso sin solicitud previa de los funcionarios municipales de la capital holandesa.
Una investigación independiente encargada por el Ayuntamiento de Amsterdam concluyó, el pasado día 6, que el gobierno municipal no tendría que haber permitido salir al buque "Probo Koala" hacia Costa de Marfil para descargar sus residuos tóxicos, aunque no identificó culpables.
La investigación especificó que el error principal del ayuntamiento fue permitir que los vertidos- inicialmente descargados en el puerto de Amsterdam- se devolviesen al buque.
En ese intento de descarga en Amsterdam se constató que se trataba de residuos altamente contaminantes, cuya depuración hubiera tenido un costo muy elevado.
Por ese motivo la firma holandesa que fletaba la carga, Trafigura, decidió trasladar la carga a Costa de Marfil, donde la compañía local Tommy le propuso depurar los residuos por 20.000 dólares, y la descargó ilegalmente en agosto pasado.
Las aproximadamente 500 toneladas de restos de petróleo y detergente liberaron una gran cantidad de sulfuro de hidrógeno al entrar en contacto con el aire, lo que resultó mortal para diez personas, mientras que otras 100.000 resultaron intoxicadas.
Para que el buque cisterna pudiese partir, Trafigura necesitaba el permiso de las autoridades holandesas. EFE
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