"Mambrú se fue a la guerra, qué dolor, qué dolor, qué pena. Mambrú se fue a la guerra, no se cuando vendrá...", de seguro muchos recuerdan esta canción infantil. Pero no muchos saben que ese tema era un romance funerario que le heredó Europa a América.
Esta junto otras canciones, retahílas, juegos infantiles y viejos romances del folclores costarricense están recogidos en el libro Romancero y cancionero general de Costa Rica, que se presentará hoy, a las 7 p. m., en el Centro Cultural de México.
Allí, Constantino Urcuyo Fournier, rector de la Universidad Federada de Costa Rica, y Luis Ferrero, historiador, presentarán esa investigación de Helia Betancourt, Henry Cohen y Carlos Fernández.
Romancero y cancionero general de Costa Rica es un libro de 504 páginas, publicado por la editorial San Judas Tadeo. En ella, los autores reunieron expresiones del folclor tico, recopiladas en todos los rincones del país entre 1.976 y 1.998.
"Se ha tratado de recoger obras folclóricas de las diferentes culturas del país. Fuimos de pueblo en pueblo buscando el mayor número de muestras", explicó Betancourt.
Debido a la gran cantidad de material que se recopiló, los investigadores escogieron las expresiones más representativos.
Asimismo, cada una de las muestras es reseñada con un comentario explicativo sobre qué es, quiénes la cantaban o decían, qué tipo de melodía utilizaba y su partitura musical.
Corridos, romances, coplas y cantos tienen una gran historia que quienes la cantan ni se imaginan, pero llevan a los investigadores hasta las bases de la cultura.
"Se tiene la creencia de que el folclor solo está en Guanacaste, pero no es cierto pues todas las regiones son muy ricas en manifestaciones folclóricas. Lo que sucede es que la gente canta y ni siquiera se imagina que eso es folclor", agregó Betancourt.
Este estudio fue posible gracias a los conocimientos previos de los tres autores. Betancourt es doctora en filología y ha realizado estudios especializados en la Cátedra Menéndez Pidal, Fernández es etnomusicólogo del Instituto de Folclor de la Universidad de Indiana y Cohen es discípulo de Paul Benichou, un profesor de la Universidad de Harvard que manejaba la estilística del romancero.