Paloma San Basilio demostró , la noche del martes, por qué es Paloma San Basilio, con todo y sus 33 años de carrera, 32 discos y numerosos premios a cuestas.
Ella, toda ella con sus 56 años, cantó, encantó y se echó al bolsillo a los asistentes que abarrotaron el teatro Melico Salazar. Y, es tal su pegue, que la intérprete cantará nuevamente aquí este sábado, solo que lo hará desde la majestuosidad del Teatro Nacional.
Durante dos horas, esta oriunda de Sevilla (sur de España) regaló los temas que la han consagrado en el gusto, paladar y sabor de sus fanáticos, que no dudaron en corear –en voz baja o a grito pelado– cada una de las 21 canciones y fragmentos de temas con los que ella complació con gusto y humildad.
De la garganta de Paloma volaron por todo el Melico Salazar Por culpa de una noche enamorada, Mediterráneo, ¿Por qué me abandonaste?, Cariño mío, Demasiado herida, Luna de miel, Vida, Quisiera yo bailar y Nadie como tú , entre otras canciones conocidas.
Tampoco faltaron aquellas que vienen en el nuevo disco llamado Invierno sur : Inolvidable, Río, Será que hoy e Invierno sur . De las cuatro, la mejor fue probablemente esta última, por su letra, la tesitura en la voz de Paloma, su sentimiento, su candidez.
Sobrada. El espectáculo comenzó a las 7:20 p. m., después de dos ovaciones del público, que impaciente ocupó todas las butacas del teatro desde antes de las 7 p. m.
Con un traje en seda amarillo, la española apareció en el escenario y, de inmediato, se robó el cariño de los presentes, unos más jovencitos que otros, y otros que ya peinan canas desde hace su buen tiempo.
Tras interpretar su primer tema y agradecer al presidente de la República, Óscar Arias; al alcalde de San José, Johnny Araya, y a los ticos en general con un ¡pura vida!, se despojó de su elegante traje para quedar en un vestido de suave algodón (amarillo, verde, celeste y lila) que dejaba entrever un cuerpo hermoso y ágil.
Ágil porque esta mujer de cuerpo bañado por el sol no dejó de moverse por el escenario, ya fuese al ritmo roquero-pop de Por qué me abandonaste o al son caribeño del reggae con Quiéreme siempre .
Con cada una de las canciones, el escenario se llenaba de vivos colores primaverales y uno que otro tono nostálgico, como ese otoño que los países tropicales no tienen.
En las dos horas que duró su concierto, Paloma compartió su sentido del humor, al punto de que puso a “cantar” a los asistentes, que antes debieron de calentar la voz. “Hay mucho trino por aquí”, dijo entre risas la artista.
Pero, también, Paloma San Basilio habló de los “muros mentales” que separan a la humanidad: la intolerancia, la falta de respeto y la falta de generosidad... e instantes después cantó Sueño imposible , una canción que erizó al público.
Ya con las canciones Por ti volaré, No llores por mí Argentina y Alfonsina y el mar la gente estaba extasiada, entregada a esta mujer.