Es la esencia lo que le interesa a Cristy Van der Laat, por eso, se apegó a un estilo de poesía que ocupa solo tres líneas.
Haikus es el nombre de un ancestral estilo de poesía japonesa, poco difundido en el país.
Formalmente, es un poema breve, casi siempre de 17 sílabas distribuidas en tres versos, de cinco, siete y cinco sílabas, respectivamente.
Cristy se vio reflejada en ese estilo, tras leer Haikus japoneses traducidos al español.
Y es que para ella no hay nada mejor que la sencillez y la palabra al desnudo. "El Haikus implica un esfuerzo de mucha síntesis, es una forma de escribir sin adornos", agregó Cristy quien tiene 49 años y tres hijos Carlos Alberto, Alexandra y Andrés Gamboa.
Hoy, a las 7 p. m., presentará en el Centro Cultural de México su obra El libro rojo de los Haikus negros que, asegura, es la primera publicación de Haikus en el país.
Cristy colocó sobre páginas rojas 170 Haikus que ha escrito en el último año, motivada por un duro momento que debió afrontar en su vida.
"Muchas veces me despierto con una idea clara, como un destello, otras tengo que trabajar mucho para lograr el Haikus", explicó.
Cristy se topó con ese tipo de poesía cuando leyó un libro de Haikus escrito por Mario Benedetti, entonces, empezó a leer más sobre esa forma de la literatura japonesa.
"Cuando empecé a escribir no imaginé que iba a hacer un libro, eso salió después", comentó.
Sus temas son variados y aborda desde la muerte, hasta el amor.
Su otra faceta
Apesar de su figura fina, tanto como sus modales, ella está al frente de una empresa familiar, dedicada a la construcción de puentes.
A su lado tiene a su hijo mayor, Carlos Alberto Gamboa, graduado de ingeniería civil y quien se hace cargo del trabajo en el campo.
Como siempre le gustó todo lo relacionado con una organización, se siente cómoda con su trabajo.
También aprovecha su tiempo para viajar a la montaña, con retos muy altos, pues ha subido varias veces el Chirripó. "Camino todas las mañanas para manteneme en forma".
El flamenco es otra de sus grandes aficiones, no pierde ningún espectáculo y se considera una diestra bailaora.
En la presentación de su libro, esta noche, estará Lil Picado, quien la apoyó en sus talleres de literatura. Otra de sus buenas amiga, María Bonilla, se encargará de la lectura de varios de sus Haikus.
Ahora que su pluma "calentó", esta administradora de empresas seguirá escribiendo. "Tengo nuevos Haikus, no sé si más adelante haré otra cosa, pero, por ahora, me siento muy cómoda con este estilo".
La emoción de sentarse a escribir la explica como un chispazo, un momento cumbre que llena su espíritu.