Un inteligente perro de raza collie, capaz de reconocer al menos 200 objetos por su nombre, puede ser una prueba clara de que los canes comprenden el lenguaje humano.
El perro, llamado Rico, puede averiguar qué objeto quiere su amo, incluso si no ha escuchado la palabra antes, según lo aseguraron científicos alemanes que estudiaron el caso del can. La investigación se publicó el jueves en la revista Science .
“Doy las gracias a los investigadores, que han demostrado que aquellos amos que hablan a sus perros son expertos en comunicación y no un puñado de excéntricos”, dijo Patti Strand, del Club de Mascotas de Estados Unidos.
Seguramente, estos descubrimientos volverán a encender el debate sobre si el lenguaje humano es único.
Las habilidades de Rico parecen seguir un proceso llamado equivalencia rápida, que se observa cuando los niños aprenden a hablar y a comprender el lenguaje. La equivalencia rápida permite al niño formar hipótesis rápidas y en bruto sobre el significado de una palabra la primera vez que la escuchan o la ven.
“Rico vive como una mascota con sus amos y sabe por ellos el nombre de más de 200 cosas, la mayoría juguetes de niños y pelotas, que va a buscar correctamente cuando se lo piden”, escribieron Julia Fischer y sus colegas del Instituto Max-Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig.
Si los amos le dicen “Rico, ¿dónde está la banana?”, el perro va a buscarla y la encuentra.
“Al parecer, el animalito puede vincular una palabra desconocida con un juguete desconocido por exclusión, bien porque sabía que los juguetes conocidos ya tenían nombres o porque no eran juguetes nuevos”, dijo Fischer.
Fischer y sus colegas realizaron experimentos con el perro y están convencidos de que comprende las palabras.
“Por ejemplo, puede ser instruido para que ponga los objetos en una caja o se los lleve a una persona determinada”, aseguró.
Recordar palabras
Según los científicos, el “tamaño del vocabulario” de Rico es comparable al de los monos, delfines o loros amaestrados.
Cuando se colocaba un objeto nuevo en una habitación llena de cosas ya conocidas por él, Rico era capaz de ir a buscar el artículo, dando muestras de que comprendía que la nueva palabra debía referirse al nuevo objeto. Cuatro semanas después, parecía recordar esta nueva palabra.
“Este nivel de control de la información es comparable a la de un niño de tres años”, dijeron.
Añadieron que sus resultados apoyan con fuerza la visión de que una compleja habilidad lingüística humana, descrita previamente solo en niños, puede ser transmitida por bloques cognitivos simples que están presentes también en otras especies.
Obviamente, estos científicos dicen que los niños tienen una comprensión más profunda y amplia de las palabras, mas podría ser que algunos de los mecanismos que subyacen en el lenguaje evolucionaran antes de que los primeros humanos estuvieran preparados para hablar.
El psicólogo Paul Bloom de la Universidad de Yale, experto en el aprendizaje de las personas del significado de las palabras, dijo que ni siquiera los chimpancés han demostrado tales habilidades de equivalencia rápida.
Sin embargo, también indicó que la comprensión del lenguaje por parte de los niños puede incluir conceptos abstractos.
“¿Puede Rico seguir una orden de no ir a buscar un objeto, como se le puede decir a un niño que no toque algo? Hasta que no haya respuesta a este tipo de preguntas, es demasiado pronto para renunciar a la opinión de que los bebés aprenden palabras y los perros no”, concluyó.