1.16 cm. de altura. Un cuerpo breve, un suspiro humano. No podía fallar. Cargó el arma, salió al jardín –para no ensuciar la sala– y se disparó una bala “dum dum” que le explotó el corazón, lleno de pura tristeza. Desde que tenía seis años de edad, sabía que en el mundo no había campo para él.
Hervé Villechaize –
A los tres años le diagnosticaron una severa deficiencia en la glándula tiroides y dejó de crecer. Su padrastro era cirujano e intentó revertir el proceso con infructuosas operaciones.
El diminuto actor francés rechazó siempre el eufemismo de “persona de talla baja” y prefería que lo llamaran “enano”, pero nunca se dejó de nadie y defendió su condición de artista por encima de quienes lo midieron sin calibrar su talento.
Su porte exiguo fue su ventaja y, a la vez, su motivo constante de sufrimiento. En la escuela padeció continuos abusos; ya como actor se quejaba: “la gente piensa que porque soy una estrella y soy pequeño es divertido molestarme”.
Antes de suicidarse, en 1993 ,a los 50 años, escribió una carta en la que explicaba su decisión, dejaba todos sus bienes a su amiga Katthy y una terrible declaración: “¡Mamá! Mis hermanos y tú no existen en mi corazón, ustedes no me cuidaron'nunca nadie supo mi dolor, durante 40 años o más.”
Y es que
Abandonó Francia y aterrizó en Nueva York, ahí actuó en varias obras teatrales en Broadway, como
En 1974 dio un pequeño paso y saltó al cine para encarnar al perverso Nick Nack en la cinta de James Bond
De minivillano, con bombín y traje negro, brincó a héroe de blanco inmaculado y en 1978 obtuvo el papel de
El argumento era ingenioso. Previo pago de $50 mil, todo el que llegaba a ese paraíso podía realizar sus sueños. La serie fue un éxito y obtuvo seis nominaciones al Emmy, mientras que el diminuto Villechaize casi gana el Globo de Oro, como mejor actor de reparto televisivo en 1982. Por aquellos días se había divorciado de su primera mujer, Anne Sadowski.
Acusado por los productores de pellizcar a las actrices, tuvo que dejar el elenco en 1983. En realidad, abandonó el set porque se negaron a pagarle lo mismo que a Montalbán, quien era más alto y más guapo.
En tiempos de las vacas gordas llegó a cobrar $25 mil por episodio. El éxito le permitió comprar un rancho en el Valle de San Fernando y ahí se fue a vivir con su nueva esposa, Donna Camile Hagen.
Tras su despido vinieron los problemas económicos y de salud. Vendió el rancho y dejó a Donna, y para calmar los dolores corporales y la angustia tomaba un coctel diario de 20 antidepresivos.
Hervé comenzó a padecer intensos desarreglos respiratorios porque tenía los pulmones muy pequeños; en alguna ocasión estuvo a punto de morir de pulmonía. De a poquitos hizo lo que pudo para vivir. Salió en un episodio de
En España, por su gran parecido con el Jefe de Gobierno Felipe González, divirtió a la audiencia en el programa cómico
Tras las drogas vino el alcoholismo y explotó su mal genio. En 1985 lo detuvieron en un hospital público con un arma cargada. Pagó $425 de fianza y estuvo un año en libertad condicional.
Según dijo, solo quería defenderse, pero “un enano con una pistola es una mala noticia. No me gusta que la gente porte armas, pero deberían permitir su uso en algunos casos. Yo no puedo permitirme pagar un guardaespaldas las 24 horas”.
También demandó, por $4 millones, a la revista pornográfica Hustler que lo caricaturizó como un pervertido sexual. El juicio fue archivado en 1984. Con tanto pleito, se le desató una úlcera.
Cerca del final,
El periodista Sacha Gervasi, último en entrevistar a Villechaize, lo consideraba “un ícono de la cultura pop, una de las personas más encantadoras y cultas que he conocido. La suya fue la historia de un desadaptado que intentó encontrar su lugar en el mundo.”
A las 3 de la madrugada del 4 de setiembre de 1993, un ruido como de cristales rotos despertó a Katthy Self, la novia de Hervé. Bajó las escaleras y llegó al patio. Junto a una nota y un video tropezó con los restos de