Bombay, 17 ene (EFE).- Las organización no gubernamental internacional Oxfam-Intermon denunció en el Foro Social Mundial que se celebra en Bombay las actuales normas del comercio internacional como un "freno injusto al desarrollo de los países pobres".
José Antonio Hernández, coordinador español de la organización, señaló a EFE que "el comercio internacional con justicia podría ser una de las principales palancas del desarrollo y servir para erradicar la pobreza, pero no es así debido las normas injustas, que lo convierten en un obstáculo para el avance de los pobres".
Hernández explicó que, durante este encuentro en Bombay, han promovido seminarios en relación con esta cuestión, referidos al comercio agrícola internacional y las grandes cadenas de producción globales.
Para él, las normas de la Organización Mundial de Comercio, cuya última reunión de Cancún fracasó debido al enfrentamiento entre países ricos y pobres, "favorecen el 'dumping' de los países ricos con sus subvenciones a la agricultura, que destruyen las posibilidades de los países pobres".
"Un 96 por ciento de la gente que vive de la agricultura habita en los países pobres y el 76 por ciento de los pobres viven de la agricultura", recalcó Hernández, que indicó que Oxfam-Intermon impulsa una campaña en veinte países, que durará varios años, para conseguir concienciar a la sociedad civil de la necesidad de un comercio agrícola justo.
En este sentido, apuntó que en el comercio de las "grandes cadenas de producción globales", que manufacturan mercancías en países con mano de obra barata y los venden en todo el mundo, ya hay una importante concienciación en el mundo desarrollado, "que ha llevado a grandes empresas a controlar que sus contratos sean con compañías que respetan los derechos de sus trabajadores".
"Por ejemplo, muchas mujeres han tenido la posibilidad de incorporarse al mundo del trabajo gracias a los puestos creados por esas grandes cadenas de producción, pero muchas veces ha sido a costa de la explotación, como sucede con marcas de ropa deportiva, que denunciaremos este año en las Olimpiadas de Atenas", agregó.
Por otro lado, junto con Amnistía Internacional, Oxfam-Intermon promueve una campaña para controlar la proliferación del comercio de pequeñas armas en el mundo, "que causan medio millón de muertos al año, uno por minuto, lo que le convierte en la mayor arma de destrucción masiva", según Hernández.
"Los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU exportan el 88 por ciento de las armas pequeñas que se venden en el mundo", lo que para los promotores de esta campaña los convierte en "responsables de esa matanza a la que Naciones Unidas debe poner freno".
Para ello, han organizado una campaña en la que pretenden recoger "un millón de firmas y un millón de rostros" en favor del control de estas armas por medio de un Tratado Internacional auspiciado por la ONU que "imponga un mayor control e impida la venta a países en conflicto, que no respetan los derechos humanos o tengan desmesurados presupuestos para armamento", apostilló Hernández.
En el local colocado en uno de los pabellones del foro, cientos de personas estampan su firma y posan para sumar su foto a la de los miles que ya exigen poner freno a las pequeñas armas desde las páginas de internet de estas organizaciones. EFE
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