Nostalgia
Los recuerdos que tengo de los viajes familiares-dominicales que realizamos toda mi familia al bosque encantado eran simple y sencillamente inolvidables, recuerdo con mucha nostalgia como nos divertíamos todos mis primos, mis tíos, mis abuelos y mis padres, eran verdaderos viajes familiares sin resentimientos ni conflictos, donde todos jugábamos hasta caer muertos del cansancio, tampoco podemos olvidar los ricos almuerzos que llevaban nuestras madres y que con mucha ilusión no los comíamos sentados al lado de Tío Conejo o Tío Tigre o simplemente contemplando la belleza de los cisnes, no cabe ninguna duda que si pudiera devolver el tiempo los paseos al Bosque Encantado estarían en el primer lugar de cosas por hacer, muchas gracias. Mauricio Brenes Aguilar, Alajuela.
Otro mundo
Sobre la pregunta de qué recuerda uno de los paseos al Bosque Encantado, si mis recuerdos de adulta corresponden a lo que vi y viví en mis paseos al Bosque Encantado, recuerdo un lago (o un charco grande de agua) con patos, un castillo donde se entraba a jugar, muchas zonas verdes y un tren para dar paseos. Hasta ahora sé que quedaba en La Garita, en mis recuerdos el Bosque Encantado no tenía ubicación geográfica, solo tenía grabado que quedaba muy lejos de mi casa. Jéssica Calvo Delgado, San José.
Como el Disney tico
Recuerdo cuando estaba niña que mis padres nos llevaron a mi hermana y a mí al Bosque Encantado. Me gustó mucho el lugar, tenía mucha zona verde y el encanto del lugar me pareció mágico. Era como un "Disneylandia" en Tiquicia, podría decirse. La sana diversión al aire libre era la norma en los días de mi niñez y uno podía salir de casa a jugar sin temor a nada... Jessica Flores A., Desamparados.
Largo viaje
Soy una mujer de 33 años y me parece una bonita forma de recordar mi niñez expresando la linda que esta fue. Mis recuerdos del bosque encantado son maravillosos llenos de fantasía y alegría. Lo primero que recuerdo es lo divertido del camino pues soy de Puntarenas y nos bajábamos del bus en Alajuela y nos íbamos caminando mi papá, mi mamá y mi hermana y comíamos caña en el camino. Al ver ese castillo me producía un gran entusiasmo de imaginar lo divertidos que lo pasaría. Dentro del bosque recuerdo los duendes, los cisnes, el césped, todo me hacía sentir como en lugar encantado, gracias a mis padres y a lugares tan hermosos como el bosque encantado tuve una niñez preciosa que me permitió ser la persona llena de vida, fe, y esperanza que soy ahora. Shirley Carrillo.
Mucha magia
Solía visitar el Bosque Encantado casi todos los domingos, por allá de los años 70 la visita a ese mágico lugar se convirtió en el paseo familiar. Recuerdo el carro lleno, mis 6 hermanos mayores, mi papá, mi mamá y yo. No sé como lo conseguía mi padre pero sus famosas historias de magia hacían perfecta complicidad con el bosque, las lanchas en forma de cisne me convertían en una verdadera princesa, el conejo de Alicia en el país de las maravillas, los empleados vestidos de duendes, y por supuesto el castillo encantado, todo era fantástico. Tenía solo 5 años, y continuo agradeciendo la aventura de haber estado allí, ¡como olvidarlo!, sería olvidar el recuerdo de mi amado papá. Rita Arias Camacho, Barva de Heredia.
"La primera vez que manejé una moto"
A mis escasos cinco meses de vida ya mis papás me llevaban a pasear al Bosque Encantado, supongo que eso fue determinante para que 7 años después, cuando de la parte temática a Peter Pan solo quedaba el recuerdo, los atormentara para ir casi todos los fines de semana, solamente para montarme en un aparato que era básicamente una batería de carro sobre tres ruedas con asiento y manivela pero que para mi era como la moto último modelo, echaba a andar cuando uno le majaba con el pie un botón como los que se usan para el timbre en las casas. Oscar Zúñiga Piedra, San Sebastián.
Lugar de cuentos
El bosque encantado fue un lugar que disfruté muchísimo de niña, aún recuerdo la casita de la cebolla, la bota y por supuesto los cisnes (botes), conducidos por duendes dentro del lago. Realmente capturó la magia de los cuentos y es una lástima que ya no exista. El Bosque encantado era un lugar que capturó el espíritu mágico de los cuentos. Fui en dos ocasiones cuando era niña y de verdad que aún tengo muy gratos recuerdos de los botes de cisnes conducidos por duendes, la casita de la cebolla y la bota. Alejandra Rodríguez, Heredia.
Video musical
En mi caso no he tenido la experiencia de conocer el lugar, pero comento que el grupo nacional Néctar, ya desaparecido por cierto, grabó en los años 80 en ese sitio el videoclip del tema musical "Juego de niños". Este tema lo compusieron con el objetivo de rescatar y no olvidar los juegos de infancia, como por ejemplo: el matalilerón, el mirón mirón, ahí viene el lobo, entre otros. Entre las figuras nacionales que se destacan en el video está Bernadl Wilson, actual manager del grupo Pimienta Negra, que en aquel momento estaba integrado a esta agrupación. Esto lo recuerdo ya que en reiteradas ocasiones, cuando fui asistente de producción del programa Musicales del 13, en canal 13 (SINART) programé en este espacio dicho video. Eduardo Antonio Sandí Araya, Santa Bárbara de Heredia.
Bosque encantado.
Nuestros cuatro hijos, mi esposa y yo, fuimos clientes dominicales que disfrutamos a plenitud de la fantasía y la belleza del lugar.
Hoy, al observar las fotografías, añoramos todo lo vivido en el Bosque Encantado, el cual desapareció sorpresivamente haciendo honor a su nombre.
¿Habrá algún empresario que rompa el hechizo y lo reviva? José Joaquín González Ramírez, Alajuela.
Mucha impresión
Recuerdo que en una de las visitas mi hermana lloró mucho pues al ver la gran entrada se asustó, a mi me fascinaba ver la cara de payaso y el paso por ella.
En una de las visitas recuerdo que eran tantos los niños que hacíamos fila que seguía mi turno para deslizarme por el tobogán mi brazo rozó por toda la barra de este, al momento no sentí nada sólo emoción y ganas de volver a deslizarme, luego dolor y una gran quemadura, pero esto no fue motivo para terminar el paseo con mi familia, al final del día iba súper contenta para la casa y con una nueva aventura que contar a los demás.
Me agradó mucho leer y ver que realizarían esta reseña, me traen muchos lindos recuerdos, tuve que ir a la casa de mi mamá a buscar fotos y todos nos acordamos de lo lindo que era ese "BOSQUE". Karol Murillo Guerrero, Ciudad Neilly.
Paseo al Bosque Encantado
Lo recuerdo como si fuera ayer, yo tenia 9 años fui al Bosque Encantado con dos hermanas y una sobrina.
Las filas para el autobús eran enormes, fue muy impresionante ver aquella entrada tan particular, era un castillo con forma de boca de payaso.
Todo era como en un cuento de hadas: el restaurante era un castillo, había un lago con botes en forma de cisnes, y también habían casitas para todo, un tobogán en forma de bota... todo era increíble, ese día no se podía caminar por tanta gente, en ese lugar tan grande y maravilloso.
A los años regrese y me decepcione al ver el lugar tan abandonado. Luz Marina Montoya Aguilar.
Revivir buenos momentos
Tengo muy buenos recuerdos del famoso Bosque Encantado en donde los que estamos entre 30-35 años nos da nostalgia recordar esos paseos de infancia muy deseados.
Recuerdo: La entrada de castillo con boca de payaso, el lago (creo que había un barco pirata y cisnes como botes para andar en él), una casa inflable, un castillo o casa en donde uno subía y tenia túneles o resbaladillas para entrar o salir, creo que en madera, los duendes, cestas y figuras que había por el bosque como decoración.
Bueno, lástima que mi casa éramos pobres y no teníamos cámara para haber guardado fotos. Espero que alguien si las comparta si tuvo esa oportunidad.
UNO DE MIS MEJORES RECUERDO DE INFANCIA. Ojala alguien pudiera recrear este lugar de nuevo para deleite de las nuevas generaciones.
GRACIAS POR DEVOLVERNOS por un instante a nuestra infancia. Guadalupe Santamaría Vargas.
Recuerdo que fueron los paseos familiares que más me gustaban, tenía como 7 años y disfrutaba montarme con mi hermana en los cisnes y pasear por el lago y me encantaba ver los duendecillos vestidos de verde por todo el bosque. Tatiana Cedeño Cascante.
Lugar sano
Les envío una foto de lindos recuerdos que tuve con mi Hija Evelyn Rubio cuando tenia un año de edad, actualmente tiene 31 años, y sin lugar a duda el bosque encantado fue uno de los mejores, sanos y seguros lugares para divertirse con la Familia. Vera Soto.
Sitio descuidado
Es interesante que se toque este tema pues en estos últimos días he estado recordando ese lugar al que tengo bastante tiempo de no ir y me gustaría saber que ha sido de él.
En mi familia era tradición ir a visitar el bosque encantado, pasear en los cisnes por el lago y entrar a todas las casitas de cuentos; pero la última vez que fuimos nos encontramos con un bosque encantado sin encanto, el lago verde de sucio y unas casitas con olores poco atractivos. Es una lastima que un lugar tan lleno de magia se perdiera por descuido. Vanessa Hernández Arguedas, San Rafael de Heredia.
Amistades de siempre
Como uno de mis recuerdos gratos tengo atesorado las imágenes del pasado del Bosque Encantado. Aquellos años de la década de los ochentas emprendimos un paseo mi familia y otra familia muy cercana a nosotros. Recuerdo con gran emoción la casa en forma de zapato donde subíamos y bajamos constantemente, así también los hongos metálicos en las zonas verdes, las letras donde simulamos la primera letra de nuestros nombres y los cisnes que nos paseaban en el lago.
Cómo olvidar estos recuerdos sí después de muchos años apareció nuevamente en mi vida una amiga que hizo el mismo paseo junto a nosotros y que hoy comparte conmigo estos viejos recuerdos. David Collado Menéndez.
Parque de recreo
"Nos gustaba mucho ir, íbamos la familia, en ese entonces mi hermana Marcela y mi prima Viviana Calderón, al entrar por esa gran boca de payaso, pensaba que entraba a un mundo de fantasía, el conejo nos daba la bienvenida, habían casas: en forma de bota y en forma de huevo, el paseo por el lago dentro de un cisne era de lo mejor, y los paseos en caballo, ni se diga! la verdad la pasábamos muy bien. Ese era nuestro parque de diversiones de la época. Me da mucha pena que no sé nada más de ese parque, si es privado, o está en abandono, o si del todo no existe. Gracias!! Magaly Mora C.
¿Cómo olvidarlo?
Si el solo llegar y ver aquella bocota de payaso que te va a tragar nos daba gran emoción, allí empezaba a volar la imaginación.
Era todo un bosque lleno de encanto. Nos recibían personitas vestidas de duendes, que nos indicaban los senderos a seguir entre el colorido artificial y natural de aquel maravilloso lugar, se encontraban todas las vocales de diferentes colores, flores, mariposas, enredaderas de múltiples tonalidades, una bota grande que servía para jugar escondido, adornado por un hermoso tobogán, todo esto resaltaba la belleza del lugar.
Allí pasamos horas inolvidables, acariciadas por la brisa húmeda del gran lago artificial que completaba aquel maravilloso paisaje. ¡Existe todavía! ¡Oh, solo nos queda vivir del recuerdo! Patricia Sagot Leytón, Heredia.
Recuerdo de siempre
El bosque tuvo su apogeo entre los años 74 y 85. era el Disneylandia tico. Estaba ubicado en el Lago del Coyol, de la parroquia Santa Cecilia, El Coyol de Alajuela.
Tenía muchas atracciones, desde castillos, piscinas, con un paseo con el abecedario, donde cada letra era una ilusión diferente.
Era atendido por jóvenes a la usanza de Blanca Nieves y los Siete Enanos. Era toda una gran atracción turística.
Comenzó a decaer al aparecer el Parque de Diversiones. Al pasar por allí, la nostalgia se adueña de nosotros, con recuerdos inolvidables. Rodrigo Castrillo G., Pacto del Jocote, Alajuela.
Los viajes al Bosque Encantado
Para mi hermana y para mí, era un lugar precioso y mágico, por la cabeza nunca nos pasó nada de Disneylandia o algo parecido. De pronto salíamos de misa y mi papá sugería ir al Bosque Encantado. Todas decíamos que sí. Cuando íbamos llegando y veíamos el castillo rosado con la cara de payaso, dábamos brincos de alegría en el carro y entrábamos corriendo para subirnos en todo.
Estaba el castillo gris rodeado de letras del abecedario. Yo no sabía leer así que no sabía cuál era mi letra, mi mamá la enseñó mientras mi hermana buscaba la "L", porque con esa letra comienza su nombre, ella ya estaba en la escuela y sí sabía cuál era la suya.
También estaba el tobogán, para subirse a él había que entrar en un gran zapato y dentro de este estaban las escaleras. La verdad a mí me daba miedo, lo veía muy alto, pero mi hermana desde abajo me decía que me lanzara y que ella me recibía así que me tiraba. El problema era cuando se me quitaba el miedo y solo quería tirarme del tobogán.
Había una rueda de Chicago pequeña, para niños. No había nada de eso que giran los compartimentos; era preciosa. Tal vez la única que he disfrutado en mi vida.
Un muchacho vestido de duende la manejaba y daba vueltas despacito, mi mamá nos saludaba desde afuera del juego y mi papá nos tomaba fotos que ahora disfruto mucho observando.
Pero lo principal e inolvidable era el lago con las barcas en forma de cisne. Ese era el paseo obligatorio. Dentro del lago había islas con hongos de colores. Ahí sí podíamos subirnos los cuatro. Ahora solo quedan recuerdos en las fotografías y en nuestras memorias. Pero gracias al Bosque Encantado puedo decir que mi hermana y yo gozamos de una niñez muy feliz. Mirna Bolaños Ramírez, Grecia.