Por estos días, Mauricio Hoffman está en plena temporada alta. No solo en lo que a trabajo se refiere, como figura clave de los espacios de entretenimiento en canal 7.
Su gallardía, su educación y su don de gente lo han hecho alzar vuelo gracias a su exposición mediática y se ha convertido, sin proponérselo, en una suerte de galán con admiradoras de todas las edades.
Concedió esta entrevista sin plazos ni peros, sin temas intocables. Da la impresión de que no tiene nada qué temer, no importa lo que se le vaya a preguntar.
Con la fresca brisa navideña mañanera matizando el ambiente, el chiquillo que muchos vimos crecer desde que tenía 15 años, como copresentador en Hola Juventud, es hoy un hombre alto y de cuerpo torneado. Blanco y rubio, de profundos ojos claros, adopta una pose relajada y desgrana los recuerdos de una infancia “lindísima”, de su click con la televisión siendo un adolescente y de los 10 años que lleva al frente de Sábado Feliz, programa familiar de concursos, producido por su también famoso padre, Nelson Hoffman.
El
Recién logró el tercer lugar en la tercera emisión del programa, al que fue invitado a participar otra vez.
El tema es que, a estas alturas, los puestos y las calificaciones ya no importan, porque es el público –especialmente el femenino– el que le ha puesto un 10 en la paleta tras descubrirlo no solo agraciado y buen bailarín, sino sereno y simpático. En otras palabras, cero divaditis.
Él dice que la mayoría de piropos que recibe provienen de señoras maduras.
Sí, claro. Todos le creemos.
Algo interesante es que, pese a su sobreexposición, Mauricio tiene el don de “no empachar”: además de los espacios citados, fue presentador en
Hoy por hoy, está convencido de que, si volviera a nacer, lo suyo sería, de nuevo, el mundo de las luces, cámaras y micrófonos: no duda en absoluto haber encontrado su vocación.
En cuanto al “hijo” que comparte con su padre, Sábado Feliz, cuenta que sus responsabilidades se centran sobre todo en presentar y no en la producción, ya que eso lo hace su progenitor a quien le “encanta todo eso y no quiere dejar la televisión”.
Eso sí, a Mauricio le fascina la producción y uno de sus sueños es tener su propio programa de variedad, donde se conjuguen desde la música y la alegría, hasta alguna entrevista de fondo. En palabras suyas, que “tenga algo para todos los gustos”.
La duda se impone: cómo logra mantener una relación de trabajo cordial con su progenitor, cuando en muchas familias hasta tener una conversación civilizada a veces parece misión imposible.
Dice que no sabe si será que él y su padre son un caso especial, pero asegura que se entiende con su jefe de
De igual modo, ha logrado trabajar con su exesposa Vivian Campos en
Aunque en ocasiones puede llegar a ser un tanto incómodo compartir el set con su expareja, tantos años frente a las cámaras parecen no haber pasado en vano para Mauricio, pues , según razona, “a veces no queda más que dar la cara y seguir adelante. Nada se gana con dejarse de hablar como dos niños de escuela”. Y a pesar de esta particular situación, uno de sus mayores deseos es que el programa siga creciendo y se mantenga al aire por muchos años más.
En lo personal, algo que lo llena de particular ilusión por estos días, es la relación con su novia Sharon Segura, modelo y una de las “Rumberitas”, con quien coincide en las transmisiones de
–¿Qué es lo que más y menos le gusta de ser una figura pública?
– Son más las cosas que me gustan que las que me disgustan. Me agrada que a través de la imagen se pueden lograr muchas cosas. Podés ayudar a las personas por medio de estos programas (como
Lo que no me gusta es básicamente lo que dice todo el mundo y es perder la privacidad, pero uno puede aprender a vivir con eso. A veces querés pasar desapercibido en un centro comercial o en un supermercado porque andás en carreras o en fachas, y porque como todo ser humano podés tener un día no tan bueno y estar de malas. Algo te pasó en la casa, tuviste un problema personal o no has dormido bien. Entonces, a veces salir y demostrar que nada ha pasado es difícil.
–¿Considera que tiene que llevar la vida de cierta forma para mantener su imagen y seguir siendo fuente de inspiración?
–No siento presión en ese aspecto porque soy como soy. Lo que reflejo en la televisión es lo que soy. Si un día en la calle ando caminando un poco serio, no quiere decir que estoy enojado. De repente algo me pasó, pero si tengo que regalarle una sonrisa, una foto o un saludo a alguien lo hago con todo gusto.
–¿Alguna vez ha sentido presión en cuanto a tener de alguna manera que igualar o superar el trabajo de su papá?
–Yo no compito con nadie; la única persona con la que compito es conmigo mismo. Jamás competiría con el trabajo de mi papá porque él es excepcional. Lo admiro muchísimo y creo que yo tengo mi manera de ser, de ver las cosas y de presentar y él tuvo la suya. Nunca dejó de aconsejarme y fue quien me enseñó a volar. Ahora estoy volando solo, pero eso no quiere decir que no podamos volar los dos porque allí nos vamos dando apoyo.
–¿Siente que se está "quemando" un poco al aparecer en ‘Sábado Feliz’, en dos ediciones de ‘Bailando por un sueño’, en ‘El Chinamo’ y en eventos como el ‘Festival de la Luz’? ¿Cómo lo está manejando para que los televidentes no se aburran de verlo?
–En realidad no me he puesto a pensar mucho en el asunto de la imagen en cuanto a quemarme. Considero que todavía me queda mucha energía y quiero aprovechar las oportunidades que se me presentan. Creo que la gente llega a crear cierta familiaridad con las personas que aparecen en la televisión, tanto así que no es tedioso estarlas viendo. Así es que no he llegado a pensar en ese aspecto. Si en un futuro vemos que la cuestión debería irse mermando entonces lo pensaremos, pero en este momento estoy tranquilo. Además, la gente me ha demostrado su aceptación.
–¿Cómo logra mantenerse alejado o que no le afecten los chismes e intrigas del mundo farandulero nacional?
–Siempre habrá intriga y a veces llega en el momento menos indicado. Creo que aunque uno diga que no, de alguna manera sí te afecta, en ocasiones más y en otras menos. Pero¿a quién no le va a afectar que lo critiquen, más cuando sabés que esos comentarios van a herir a tu familia?. Hay que saber volverles la cara a situaciones que buscan precisamente perjudicarte.
–¿Hay alguna diferencia entre el "Mauricio" de la tele y el "Mauricio" en la vida privada?
–Yo no asumo un “personaje” cuando estoy frente a las cámaras, pero sí soy más tímido sin la cámara que con una al frente. Tiendo a ser introvertido. De hecho, la cámara y el micrófono me dan confianza y me hacen sentir más extrovertido. En una reunión o en una cuestión así suelo estar más callado y me dedico más a escuchar. Cuando estoy trabajando, la esencia es la misma, lo que varía es la manera de presentar porque cada formato es distinto.
–¿Cree que la cámara y su experiencia en televisión le han ayudado a crecer y a madurar?
–Creo que lo que más confianza me da dado es el baile y enfrentarme a un público (en
–¿Considera que su participación en
–La primera temporada del programa me dejó muy motivado. La academia se abrió hace relativamente poco, tres años después de la primera edición de
–Alguna gente ha dicho que usted es el sucesor de Édgar Silva. ¿Cómo toma ese comentario?
–A Édgar lo respeto y tengo una muy buena relación con él. Cuando le he pedido un consejo me lo ha dado y es una persona de quien se aprende mucho. He compartido con él varios formatos en
–¿Cómo saca tiempo para estar con su novia con un horario tan complicado?
–Creo que uno saca tiempo para todo y muchas cosas las compartimos para estar juntos. Solo coincidimos laboralmente en
–¿Nunca han tenido problemas de celos o malos entendidos por ser figuras conocidas, especialmente usted?
–No, porque somos una pareja normal, y como toda pareja hay celos y confianza, y también peleas por tonterías o por cosas más profundas. Es una relación que disfruto mucho y es una mujer que me hace feliz, entonces disfrutamos al máximo cada minuto juntos.
–¿Cómo es en las relaciones de pareja: tierno, romántico...?
–En una relación me gusta el romanticismo al estilo de un “amante a la antigua”. Me considero un hombre caballeroso, al que le gusta abrir la puerta del carro. Soy romántico, incluso de repente alguna cursilería es bonita. Pero tampoco al grado que voy a escuchar música romántica todo el día o que solo voy a andar con mi pareja. Uno tiene que tener ratos en pareja y otros para estar en pareja pero con las amistades. Me gusta ser detallista, eso sí, soy tan olvidadizo que hasta la fiesta de mi cumpleaños se me olvida, entonces tengo que usar agenda o ella me ayuda a recordar fechas importantes como aniversarios.
–¿Se ve como un hombre de familia?
–Por supuesto. Me da mucha ilusión, a mí me encantaría ser papá. Me gustaría una familia grande, pero debido a la situación de hoy en día y sabiendo lo difícil que es, creo que con dos hijos sería suficiente, aunque sí se pudieran más, perfecto.
–¿Está sacando alguna carrera?
—Sí, estoy estudiando periodismo. Recién graduado del colegio, llevé diseño publicitario y me faltó poco. Estudio periodismo porque lo considero un buen complemento.
–¿Estudia periodismo con miras a quedarse en televisión haciendo periodismo fuerte o de investigación, o nada más como un complemento?
–Ahorita es un complemento. Igual, creo que los periodistas tenemos mucho que darle al pueblo y a futuro me encantaría tener un programa propio con buen contenido y que no sea solo para verlo y reírse.
–¿Siente que ha podido vivir plenamente todas las etapas de su vida o que tal vez empezó a trabajar un poco joven?
—–Tuve una adolescencia maravillosa y siempre tuve chance para mis estudios, mis amigos y para el trabajo. Todas las etapas las he aprovechado al máximo y creo que ahorita estoy en la mejor de mi vida: tengo a una mujer maravillosa, una familia excepcional y un gran trabajo. ¿Qué más se le puede pedir a la vida, verdad? Me siento enamorado de mi pareja y de la vida. 1