Con apenas dos semanas de estar de nuevo en las pantallas de los españoles, el popular programa Operación Triunfo atizó de nuevo el debate entre quienes se matan por escuchar a los jóvenes de la Academia y quienes consideran la producción de Televisión Española como un fácil ascenso a la fama.
Como siempre, detrás de la tercera edición de Operación Triunfo empezó, en ese país y por Internet, la venta de discos, entradas y demás artículos del lucrativo negocio que ha resultado de cada una de las Galas (más información en: www.portalmix.com ).
A los castings del programa acudieron este año más de 80.000 jóvenes de las diferentes regiones de España, inspirados por el éxito de Rosa de España, Ainhoa, Beth y David Bisbal, entre otros sonados ganadores.
El jurado eligió a 24 finalistas, quienes miden su talento desde el pasado 29 de setiembre, cuando arrancó la tercera edición de OT.
En esa primera gala, la aplaudida Rosa ganadora de la primera edición presentó oficialmente su segundo disco, tras una larga espera de sus seguidores luego de un problema de salud en sus cuerdas vocales.
Para ciertos cantantes con más trayectoria, como el popular Alejandro Sanz, y algunos sectores reacios al éxito del programa, OT es un negocio que promueve una competencia desleal, debido a la maquinaria de mercadeo que está detrás de cada programa, difícilmente a la mano de cualquier otro artista que quiera abrirse un lugar en el escenario.
Sea fanático o no de los chicos de OT, usted puede seguir en los próximos tres meses las Galas, a las 7 p. m., en el canal de cable de TVE Internacional.