
LA PAZ (AFP) El oficialismo y la oposición acordaron una nueva etapa de diálogo para concertar la aprobación en el Congreso de la nueva Constitución boliviana, aunque prima un clima de pesimismo tras el fracaso de un proceso similar entre el presidente Evo Morales y cuatro prefectos rebeldes.
"Invité al Congreso Nacional para conversar y, juntos, el Poder Ejecutivo y el Legislativo garanticemos autonomías para todos los departamentos de Bolivia", afirmó Morales el martes en la noche, al concluir su cita con los presidentes del Senado, Oscar Ortiz (opositor) y de Diputados, Edmundo Novillo (oficialista).
El mandatario dijo estar "esperanzado" de que el Congreso pueda viabilizar un acuerdo político, tras el fracaso de las conversaciones que sostuvo durante las últimas cuatro semanas con los prefectos (gobernadores) Rubén Costas (Santa Cruz), Savina Cuéllar (Chuquisaca), Mario Cossío (Tarija) y Ernesto Suárez (Beni).
El gobernante y los líderes del Legislativo acordaron conformar comisiones pluripartidarias que deben comenzar a trabajar casi inmediatamente para discutir cómo recuperar las conclusiones parciales que arrojó la negociación entre Morales y los prefectos.
La prioridad será encarrilar la nueva Carta Magna de corte indígena y estatista y, a la vez, qué mecanismos se aplicarán para ensamblar en la futura ley fundamental la formación de gobiernos autónomos, reclamados con marcado énfasis por cinco de las nueve regiones del país.
El deseo oficialista es que el llamado a consulta en el Parlamento se apruebe este mes, que el referendo se realice en febrero de 2008 y cinco meses después convocar a elecciones generales anticipadas para renovar los poderes Ejecutivo y Legislativo y, además, nombrar por voto de manera inédita a las autoridades judiciales.
Empero la oposición se sorprendió este miércoles con la noticia de que mientras se gestionaba el diálogo, el vicepresidente Alvaro García convocó para el viernes a sesiones del Congreso bicameral para tratar la aprobación de las leyes de convocatoria a referendo constitucional, el tema central del diálogo interpartidario.
"Nos ha extrañado muchísimo leer en el periódico que salga la convocatoria a sesión de Congreso para aprobar (el viernes) la Ley de Convocatoria a referendo", afirmó el presidente del Senado, Oscar Ortiz, influyente dirigente del partido Podemos, principal fuerza de oposición.
Según la autoridad legislativa, "no tiene sentido" tener "sólo 48 horas" para lograr un acuerdo que requiere más tiempo y dijo que pedirá al oficialismo que aclare si tiene o no la voluntad de lograr un entendimiento que permita pacificar el país, tras la violencia política en septiembre que dejó 19 muertos.
La oposición anticipó que no dará luz verde al referendo constitucional, mientras no exista un acuerdo y reiteró que el oficialismo necesita dos tercios (105 de 157 escaños), que no los tiene, para aprobar su ley que le obliga a concertar, aunque parlamentarios gubernamentales aseguraron que sólo se necesita de una simple mayoría (79 votos).
El pesimismo para un acuerdo lo hizo patente el diputado de la minoritaria Unidad Nacional (UN, centroderecha), Peter Maldonado, cuando afirmó que "ojalá el Poder Ejecutivo no llame al diálogo sólo para buscar imagen internacional".
La posibilidad de que fracase un acuerdo hizo temer que reflote al violencia política en Bolivia, al existir además la amenaza de campesinos oficialistas de marchar desde el lunes a La Paz para obligar al Congreso a aprobar el llamado a referendo constitucional.
© 2008 AFP