Miami (EEUU), 27 oct (EFE).- La OEA y periodistas de Guatemala y América exigieron hoy respeto para la vida de cuatro reporteros guatemaltecos secuestrados por antiguos combatientes paramilitares que reclaman dinero por sus "servicios" al Estado.
El Relator para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Eduardo A. Bertoni, condenó el secuestro de varios civiles, entre ellos Mario Linares, Emerson Díaz, Fredy López y Alberto Ramírez, periodistas del diario "Prensa Libre" de Guatemala.
"El Relator exhorta a las autoridades guatemaltecas a tomar todas las acciones legítimas necesarias para garantizar el respeto a la vida y a la integridad de los rehenes", dijo el representante de la CIDH, organismo de la Organización de Estados Americanos (OEA).
"El asesinato, secuestro, intimidación y amenaza a los comunicadores sociales, viola los derechos fundamentales de las personas y coarta severamente la libertad de expresión", dijo Bertoni.
La jefe de la Misión de Observadores de la OEA en Guatemala, el ex presidente peruano Valentín Paniagua, consideró que el secuestro se enmarca en los hechos de violencia que acompañan al proceso electoral de cara a los comicios del próximo 9 de noviembre.
"El secuestro de los periodistas debe ser severamente sancionado y reprimido por las autoridades porque la impunidad permite que se reproduzcan estos hechos", sostuvo Paniagua en declaraciones a la prensa.
Los cuatro periodistas de "Prensa Libre" fueron secuestrados el domingo por antiguos paramilitares de las Patrullas de Autodefensa Civil (PAC) armados con palos, machetes y armas de fuego para exigir el pago de una compensación que les ofreció el Gobierno de Guatemala en 2002.
Las gestiones para que fueran liberados que desde primeras horas de hoy realiza el procurador de los Derechos Humanos, Sergio Morales, fueron infructuosas.
La toma de rehenes tuvo lugar en la comunidad rural de La Libertad, 308 kilómetros al noreste de la capital, cuando los periodistas iban a cubrir un mitin electoral que el general golpista José Efraín Ríos Montt tenía previsto dar en esa población.
Horas después fueron retenidos también los periodistas de ese diario Mario Linares -que también es fotógrafo de la agencia de noticias Reuters- y Alberto Ramírez, junto a los funcionarios de la PDH, Henry Hernández, y Thelma Shaub, que habían acudido al lugar a mediar con los ex PAC para que liberaran a sus compañeros.
Hernández y Shaud lograron hoy burlar la vigilancia de los ex patrulleros y escapar del lugar a través de la montaña.
Los ex paramilitares exigen que el Gobierno les pague los 640 dólares por persona que ofreció el año pasado el presidente Alfonso Portillo a 520.000 antiguos miembros de las PAC por haber colaborado con el Ejército a combatir a la guerrilla izquierdista durante los 36 años de guerra civil guatemalteca (1960-96).
Sin embargo, aún no se ha completado el primero de los tres pagos de la compensación, lo que ha provocado constantes protestas de los ex paramilitares.
Según testigos oculares, los secuestradores han golpeado a los periodistas, los mantienen atados de píes y manos, y han amenazado con quemarlos vivos si las fuerzas de seguridad intentan liberarlos.
El director del no gubernamental Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH), Frank LaRue, declaró que los ex PAC se niegan a dialogar con las autoridades por temor a ser capturados "por mantener secuestrados a los periodistas".
En solidaridad con los retenidos, redactores, editores, fotógrafos y camarógrafos guatemaltecos marcharon hoy desde la sede del Congreso Legislativo hasta la Casa Presidencial, en la capital, para exigir la intervención del Gobierno.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) instó hoy al presidente Portillo a intervenir en el caso y expresó su preocupación por la seguridad física de los periodistas.
También condenó, en nombre de más de 1.300 publicaciones afiliadas a esa organización con sede en Miami (EEUU), "el grave atentado a la libertad de prensa sufrido en su país" con el secuestro. EFE
jma