Pekín, 21 dic (EFE).- El vertido tóxico arrojado por una fundición estatal al río Beijiang, en la provincia sureña de Cantón, ha puesto en alerta a la ciudad de Yingde, donde 100.000 personas podrían quedarse sin agua, informó hoy la agencia oficial Xinhua.
La contaminación, que procede de un horno de fundición de la ciudad de Shaoguan, a 90 kilómetros de Yingde, está causada por la "excesiva cantidad de residuos arrojadas, que han elevado el nivel de cadmio 10 veces por encima de los estándares de seguridad", confirmaron las autoridades locales.
"Es una noticia preocupante porque hay muchas fábricas que arrojan este tipo de sustancias, sobre todo electrónicas, a lo largo del río y la gente bebe de esta agua", subrayó a EFE esta mañana desde Cantón el director de campaña sobre tóxicos de Greenpeace, Kevin May.
La corriente podría llegar en dos o tres días a Yingde, donde en total viven 1,06 millones de personas, y "amenaza seriamente" el suministro de agua de los 100.000 habitantes del distrito urbano.
La detallada y puntual información oficial llega después de las críticas generalizadas contra el Gobierno chino por silenciar el vertido tóxico provocado por la explosión de una petroquímica el 13 de noviembre en el río Songhua, que provocó un desastre ecológico cuyas consecuencias no se han evaluado todavía.
"No sé si hay una conexión entre los dos casos pero la SEPA (Administración Estatal de Medio Ambiente) ha ordenado un examen de la producción en el país, incluida la provincia de Cantón, para evaluar la situación y elaborar informes", explicó May.
La nueva mancha ha llevado a las autoridades a suspender las operaciones en la fundición, al tiempo que se ha sellado el canal por donde se filtraban los residuos.
Para diluir la polución, los expertos han sugerido al gobierno local descargar 70 millones de agua limpia de las reservas, según manifestaron a Xinhua fuentes de la oficina municipal de medio ambiente.
Aunque el vertido no ha llegado todavía a la ciudad, los residentes de la zona norte han sido instados por las autoridades a no beber agua del grifo.
Un equipo de expertos ha comenzado a construir una tubería de 1,4 kilómetros de largo, que estará lista en las próximas horas, y que sale de un embalse desde donde se enviará agua limpia directamente al distrito urbano, explicaron las autoridades medioambientales.
El río Beijiang se extiende a lo largo de 470 kilómetros de norte a sur hasta verterse en el río Perla, y es la mayor fuente de agua a las ciudades del norte de Cantón, con un suministro de 6.000 millones de metros cúbicos.
Junto con el plomo, el mercurio o el cromo, el cadmio es un producto altamente tóxico que se usa para fabricar productos electrónicos, una industria que en China está arrojando enormes cantidades de desechos peligrosos sin que hasta el momento haya habido demasiado control. EFE
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