Santiago de Chile . El presidente electo de Chile, Ricardo Lagos, no se dio mucho tiempo para celebrar el éxito electoral que obtuvo en los comicios del domingo y comenzó hoy a definir los ejes de su gobierno de seis años, que comenzará el próximo 11 de marzo.
El último cómputo oficial de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, difundido hoy sobre un 99,86 por ciento de la votación, dio a Lagos, candidato de la coalición que gobierna Chile desde 1990, un 51,31 por ciento de las preferencias, contra un 48,69 por ciento del derechista Joaquín Lavín.
El presidente Eduardo Frei, en su primer pronunciamiento oficial sobre los comicios, dijo hoy que el triunfo de Ricardo Lagos fue un respaldo a la Concertación de partidos de la que ambos forman parte.
"Nunca antes en la historia una coalición, tras gobernar diez años, ha entregado el gobierno a uno de los suyos", aseveró Frei, para quien la victoria en las urnas "habla de la vigencia y continuidad de un proyecto que ha logrado para el país la estabilidad política. el éxito económico y una sistemática reducción de la pobreza".
Frei emitió su mensaje desde el Palacio de La Moneda, unas horas después de haber visitado junto a su esposa, Marta Larraechea, al presidente electo para felicitarle personalmente.
Tras la reunión, Frei dijo que en los próximos días se reunirán de manera más formal para conversar sobre el traspaso del gobierno, "para que sea de la forma más fluida posible".
Ricardo Lagos, en tanto, afirmó que los principales aspectos de su gobierno girarán en torno al crecimiento económico, las reformas laborales, la seguridad ciudadana y las relaciones internacionales, y se comprometió a hacer "todos los esfuerzos" para cumplir cada punto de su programa.
"El desafío es cómo lo vamos a hacer para no defraudar a tantos y tantos con quienes tenemos el compromiso de hacer un Chile mejor", manifestó el próximo gobernante chileno, para quien el país "debe seguir creciendo, pero con más justicia y mayor equidad".
Lagos se manifestó complacido por el ritmo de recuperación que, tras un ciclo recesivo de casi un año, ha tomado la economía y señaló que con un esfuerzo adicional el país podría crecer este año un seis por ciento en lugar del cinco que predicen los analistas y agentes económicos.
También el presidente electo de Chile insistió en la idea de que la unidad es esencial para el éxito del país, por lo que reiteró su llamamiento a la derecha derrotada a colaborar en ciertas áreas en que hay mayores coincidencias.
"Se lo dije a (Joaquín) Lavín, sería espléndido poder avanzar en los problemas específicos en los que tenemos coincidencias, para que el Parlamento apruebe rápido los proyectos", manifestó Lagos, que también se mostró confiado en que no tendrá problemas para trabajar junto a las Fuerzas Armadas.
"Como ministro de Obras Públicas ya trabajé con los militares, de forma muy productiva, en la construcción de carreteras, en resolver problemas de los puertos, de los aeropuertos, de infraestructura", afirmó el futuro gobernante chileno, quien añadió que tampoco con los empresarios ha tenido problemas en el pasado.
Asimismo, Lagos coincidió con Frei en destacar la obra de la Concertación y dijo que el gran tema del tercer gobierno de la coalición será lograr que el país mantenga su crecimiento económico, pero con mayor equidad en la distribución de la riqueza y oportunidades similares para todos.
Ricardo Lagos anunció que en unas tres semanas podrían conocerse los nombres de sus ministros y colaboradores más directos, y que tendrá una reunión con el arzobispo católico de Santiago, Francisco Javier Errázuriz Ossa.
El prelado declaró posteriormente que le había ofrecido al nuevo presidente "el apoyo de la Iglesia en su lucha para proteger los derechos y la dignidad de cada ciudadano".
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.