No se lo digas a nadie, el libro escrito por Jaime Bayly, que cuenta la historia de Joaquín Camino, un entrevistador de televisión, homosexual y drogadicto que vive una vida "al limite" en medio de la clase alta limeña; es la trama de una película que se está rodando en Perú.
Es esta la nueva producción de Francisco "Pancho" Lombardi, para la que ha conseguido un presupuesto de casi un millón de dólares.
Según una información elaboradora por el periodista José Alva, del Suplemento Domingo, del periódico limeño La República, a la pregunta de cómo se originó la idea de trasladar al cine la novela de Bayly, Lombardi comentó que Lola Films, la productora más grande de España, y el productor Andrés Vicente Gómez, que ganó el Oscar con Belle Epoque, habían comprado los derechos del libro de Jaime Bayly.
"Intentaron realizar otras adaptaciones con gente de España y Sudamérica, pero los resultados no fueron del gusto ni de ellos ni de Jaime. Por allí surgió mi nombre, me llamaron. Yo les propuse un mes para el proyecto de guión escrito por Giovanna Pollarolo y Enrique Moncloa. Se los llevé y les gustó. Luego me hablaron para empezar inmediatamente. Ellos ponen el dinero, aproximadamente 900 mil dólares. Nosotros aportamos la parte creativa y la producción", dijo el productor al periodista Alva.
La película es definitivamente una adaptación del libro con las escenas claves de la trama y las que no se contemplaron es porque no tienen que ver directamente con el dilema del protagonista.
La publicación del libro de Bayly causó un gran escándalo porque la homosexualidad es un tema tabú en la sociedad machista como la latinoamericana. Entonces, ¿pretende esto la película?
Según el director, el tema de la homosexualidad no es algo que le interese especialmente. Lo que sí le interesa, como en sus anteriores películas, es el drama de un personaje que se enfrenta a circunstancias adversas para encontrar su identidad, su espacio en el mundo.
En cuanto al libro en sí, Lombardi ha dicho que cuando lo leyó, pensó que había una película allí, "cosa que no me ha ocurrido con sus otros dos libros, -Fue ayer y no me acuerdo y Los últimos días de la Prensa- que tienen argumento más para televisión. En No se lo digas a nadie, el mensaje es claro: había que tener coraje para llevarla adelante. Esta es una película que asume muchos riesgos. Y eso es una de las cosas que más me motiva del cine: siempre te juegas por cosas distintas, como fue en su tiempo La ciudad los perros, La boca del lobo, Caídos del cielo, películas incómodas, difíciles".
Los valientes
El papel protagónico, el de Joaquín Camino, es realizado por el actor Santiago Magill, un joven actor, escogido por el director porque la "base del personaje es una personalidad muy frágil, muy vulnerable, que genera solidaridad, compasión, ternura, y Santiago ofrece todo ello. Al mismo tiempo puede ser muy atractivo. Uniendo todas esas opciones, encuentras en él al actor perfecto para el personaje".
"No se lo digas a nadie es mi primera película. Estoy muy nervioso", mencionó Santiago en la entrevista y dicen que fue escogido porque tiene una pinta de querubín sin alas algo crecidito.
Mientras, el papel protagónico femenino es de Lucía Jimenéz, actriz española que hace de Alejandra, la pareja de Joaquín. Lucía ya trabajó antes en La Buena Vida, una película de Fernando Trueba. No ha leído aún la novela de Bayly, pero aun así, al repasar el guión, se siente fascinada por el proyecto.
Por otra parte, Hernán Romero y la actriz española Carmen Elías hacen de los padres de Camilo: Felipe Camino y doña Maricucha.
Carmen Elías es una madrileña muy distinguida. No parece ser madre de nadie. A lo sumo, tía. Ella piensa que Lombardi la vio haciendo también de madre en la película En brazos de la mujer madura, o tal vez en La flor de mi secreto de Almodóvar o sino en la serie televisiva Turno de oficio.
"Creo que le gustó mi trabajo , se entrevistó conmigo y me dio el papel. Lombardi maneja a sus actores con mucha precisión. Maricucha es una mujer conservadora de clase alta. Cuando leí No se lo digas a nadie sentí que era una ficción muy atrevida, directa, demoledora. Con ganas de reventar un poco, afirma, mostrando una sonrisa, también demoledora" señala en la entrevista.
El periodista José Alva, quien presenció dos días la filmación de la película, comentó por teléfono que los actores han asumido sus roles con profesionalismo, aunque han habido escenas muy fuertes que causarán polémica. Estas se han filmado en la más absoluta privacidad. Apenas el equipo mínimo para esta escena: camarógrafo, iluminista, sonidista y director.