Jerusalén . El primer ministro Benjamín Netanyahu reconoció hoy su derrota en las elecciones legislativas, felicitó por la victoria a su rival Ehud Barak y anunció su renuncia al liderazgo del Partido Likud.
Netanyahu, con ojos lagrimosos, dijo que renunciaba al liderazgo del Likud mientras sus simpatizantes lo vitoreaban y aplaudían.
"Deseo felicitar a Ehud Barak por su victoria en estas elecciones, así debe ser en una democracia", declaró Netanyahu, con su esposa Sara a su lado.
Netanyahu fue elegido líder del Likud en 1993, un año después de la última derrota electoral del Likud.
Los palestinos saludaron la victoria de Barak, diciendo que el pueblo israelí envió un mensaje de que desea la paz.
Sonriente, el líder palestino Yasser Arafat, que siguió los resultados por televisión en sus oficinas de gobierno en la ciudad de Gaza, dijo que confiaba en que Barak diese un impulso al proceso de paz.
"Respeto la opción de esta elección democrática y expreso mis mejores deseos al señor Barak", dijo Arafat tras reunirse con diplomáticos estadounidenses para discutir los resultados.
Las encuestas a boca de urna fueron transmitidas inmediatamente después del cierre de la votación a las 10 de la noche (1900 GMT). Los seguidores del Partido Laborista de Barak estallaron en gritos de júbilo cuando las encuestas transmitidas por televisión vaticinaron una ventaja de entre 14 y 16 por ciento sobre Netanyahu.
El Canal Uno pronosticó que Barak tenía 58,5 por ciento ante 41,5 por ciento para Netanyahu, mientras que el Canal Dos dio a Barak 57 por ciento ante 43 por ciento del primer ministro.
Las encuestas estaban basadas en las respuestas de decenas de miles de votantes y llevaban un margen de error de 3 puntos porcentuales.
Sin embargo, en las últimas elecciones, en 1996, las encuestas a boca de urna pronosticaron una victoria del laborista Shimon Peres sobre Netanyahu y luego resultó que Netanyahu había ganado.
La encuesta del Canal Uno vaticinó que los partidos que respaldan a Barak tendría 56 escaños en el Parlamento de 120 escaños, mientras que los adherentes a Netanyahu llevaban 42 y el resto dividido entre partidos minoritarios que podrían pasarse a cualquier bando.
Si Barak es capaz de formar una coalición estable -- algo que Netanyahu no puedo hacer en sus tres años de gobierno -- podrá manejar con más confianza las negociaciones con los palestinos.
Una victoria de Barak probablemente llevaría a la reanudación de las negociaciones con los palestinos, que permanecieron estancadas durante la mayor parte del gobierno de Netanyahu.
Las elecciones de hoy marcaron el fin de una encendida campaña electoral caracterizada por intercambios de acusaciones e insultos étnicos. Netanyahu y Barak, otrora compañeros en el ejército, se calificaron mutuamente de "mentiroso" y "ladrón".
A lo largo del día los partidarios de Barak, presintiendo una victoria, no pudieron acatar las órdenes de su candidato de no cantar victoria anticipadamente.
"Ahí va el próximo primer ministro", gritaron simpatizantes cuando Barak llegó a depositar su voto en la misma escuela de Jerusalén donde poco antes Netanyahu había depositado el suyo.
"Creo que el pueblo israelí desea ver un nuevo estilo de gobernar", dijo Barak tras empujar a sus guardaespaldas para saludar a partidarios. "El pueblo quiere ver cambio, unidad y esperanza".
Leah Rabin, viuda del asesinado primer ministro Yitzhak Rabin, quien lanzó el proceso de paz con los palestinos, expresó su confianza en que Barak ganaría.
"Ahora tenemos el liderazgo adecuado para continuar", dijo la señora Rabin, una de las más duras críticas de Netanyahu y quien incluso acusó al primer ministro de haber creado el enrarecido clima político que llevó al asesinato de Rabin en 1995.
Netanyahu inició el día rezando en el lugar más sagrado para los judíos, el Muro Occidental en Jerusalén. Rechazó los resultados de las recientes encuestas y vaticinó que los partidarios de dos candidatos que se retiraron de la campaña -- el centrista Yitzhak Mordejai y el derechista Ze'ev Binyamin "Benny" Beguin -- se pasarán a su bando.
Los centros de votación abrieron a las 7 de la mañana (0400 GMT) y deben cerrar a las 10 de la noche (1900 GMT.) Tras siete horas de votación, el 41,5 por ciento de los 4,29 millones de empadronados habían votado.
Las boletas de los más de 7.000 puestos de votación serán contados a mano y se espera que los resultados extraoficiales deben estar listos después de las ocho de la mañana (0500 GMT) de mañana.
Unos 20.000 policías, soldados y otros agentes de seguridad patrullaban las calles. Algunos llevaban cámaras de video para captar cualquier incidente entre partidarios de candidatos rivales.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.