
California, EE. UU. AP Luego de años de retrasos, un satélite de observación terrestre fue lanzado ayer en una misión doble para mejorar los pronósticos meteorológicos y monitorear los cambios climáticos.
Un cohete Delta 2 , que llevaba consigo un satélite de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (NASA), despegó en la madrugada de la costa del centro de California. El satélite se separó alrededor de una hora después del despegue, desplegó sus paneles solares y se encaminó hacia una órbita a 800 kilómetros sobre la Tierra.
El cielo estuvo despejado y con poco viento. “Fue muy emocionante ver el despegue esta mañana en el hermoso y despejado cielo nocturno lleno de estrellas”, dijo Mary Glackin, de la Oficina Nacional de Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) en una conferencia de prensa posterior.
El nuevo satélite de la NASA se suma así a una flota espacial que circunda el planeta, recabando información atmosférica, oceánica y terrestre.
El último –del tamaño de una camioneta– es más avanzado y contiene cuatro nuevos instrumentos capaces de hacer observaciones más precisas.