Con guion insulso, tenemos una comedia bastante pueril con un título igualmente anodino: Norbit, filme del 2007, dirigido por Brian Robbins. Sospechamos que este director está ahí solo por ganarse unos dólares más, porque su trabajo es estructurar imágenes al servicio exclusivo del actor Eddie Murphy.
Hace poco, cuando vimos la película Soñadoras (Dreamgirls, del 2006) nos dimos cuenta de que Eddie Murphy si quiere, puede actuar bien. Sin embargo, ya se sabe, una golondrina soñadora no hace verano ni lo anuncia.
Con Norbit , cinta que se hace muy larga, Eddie Murphy regresa a su charco histriónico: el de hacer payasadas, y las hace con un recurso que ya le resulta choteado y previsible: el de encarnar personaje muy distintos entre sí. No es que esto no tenga algún mérito, pero lo cierto es que ya sentimos a Eddie Murphy como un clon de sí mismo, película a película.
Si lo quisiéramos expresar más claro, diríamos que Murphy no pasa de ser un zorro en las mismas zorrerías. Hasta las gallinas le conocen los timos.
Esta vez hace el papel de Norbit, abandonado en el negocio de un chino que funciona como orfanato. Allí Norbit crece y conoce a Rasputia, hermana grosera de unos mafiosos, con quien Norbit se casa desde joven para desgracia de ambos.
Los tres personajes (Norbit, Rasputia y el señor Wong) los cumple Eddie Murphy, y los hace de manera baladí, ya lo dijimos. Agreguemos más calificativos a sus actuaciones: son ramplonas, predecibles, mediocres, prosaicas, triviales, ¡a lo chancho chingo! ¿Nos expresamos claramente?
Por ahí hay una negrita bonita, porque es delgada, según los patrones estéticos del mundo de la publicidad sobre la mujer. Se llama Kate, encarnada por la actriz Thandie Newton, quien se toma su arte con una flojera digna de la más asombrosa vagabundería actoral.
No negamos que la cinta tiene algunos pocos momentos de humor oportuno, que nos hacen reír en carcajeo racionado con gotero. Lo demás son puros aspavientos, ¡por supuesto!, de Eddie Murphy. Sin embargo, hay algo que sí debemos elogiar: es el buen trabajo del maestro Rick Baker.
Nada sería de Eddie Murphy sin el maquillaje estupendo creado por Cinovation, estudio de efectos especiales dirigido por Rick Baker, encargado de darle piel a Norbit, pellejos al señor Wong y carne en abundancia a Rasputia, más un tanto de compuestos digitales. Es lo mejor del filme y le evita un uno como calificación.
Dicen que uñas sucias con guantes de seda se tapan, esto es lo que viene a ser el trabajo de Rick Baker. Si usted ya vio esta película, ni modo: “acaecido el hecho, llega tarde el consejo”, porque no podemos recomendar este filme, que más bien parece una lima muy usada, tanto, que sin dientes se ve pasmada.