Alzuza (España), 10 may (EFE).- El Museo Jorge Oteiza, que acoge la obra del artista vasco donada a Navarra (norte) en 1992, abrió hoy sus puertas al público en la localidad de Alzuza, donde el escultor tenía una casa y donde descansan sus restos mortales.
Con motivo de esta apertura, la entrada al museo será gratuita hasta el próximo 27 de mayo, y en él los visitantes pueden observar el proyecto museográfico inaugural que cuenta con 90 esculturas, 400 tizas, bocetos y estudios, 50 dibujos y diversos audiovisuales.
Este centro, que fue inaugurado esta semana por la ministra española de Cultura, Pilar del Castillo, tiene en su entrada las figuras de los apóstoles Pedro y Pablo, que forman parte del "Friso de los Apóstoles" del santuario de Aránzazu, considerada la obra monumental más conocida del escultor.
La exposición inaugural se detiene asimismo en aspectos fundamentales del legado creativo de Oteiza, como la poesía, su pensamiento y la relación con la arquitectura.
La colección del museo, cuya construcción ha supuesto un desembolso de 8,5 millones de euros (9,52 millones de dólares), se compone de 1.679 esculturas, 600 dibujos y 2.000 piezas del "laboratorio de tizas", como el propio Oteiza llamaba a sus pequeños bocetos realizados en este material.
Tiene, además, 5.000 libros procedentes de su biblioteca personal y numerosos escritos que están en fase de catalogación.
Además, el museo, cuyas obras se iniciaron en 1998 pero fue concebido por el artista vasco dos décadas antes, cuenta con diversos departamentos de conservación y restauración, dicáctica, documentación y comunicación, además de las salas de exposiciones en las que ya se puede contemplar la obra de uno de los creadores más importantes del siglo XX.
Oteiza, que murió el pasado 9 de abril a los 94 años, dejó un vacío irreparable en las artes españolas al ser uno de los máximos exponentes de la escultura del siglo XX.
Poeta, además de arquitecto y ensayista, el artista vasco falleció en la ciudad de San Sebastián (norte) debido a una parada cardiorrespiratoria producida por un agravamiento de su salud.
El museo de Alzuza muestra los conceptos fundamentales de la obra del creador vasco como son el espacio, el tiempo, y, sobre todo, el vacío.
Oteiza nació en la localidad guipuzcoana de Orio el 21 de octubre de 1908, obtuvo su primer premio de escultura en la Bienal de Artistas Guipuzcoanos de San Sebastián, en 1931, y en la misma ciudad inauguró, un año después, su primera exposición individual.
Vivió en varios países latinoamericanos desde 1935 a 1948, y expuso su obra en Santiago de Chile y en Buenos Aires, en donde dedicó varios años a la docencia en la Escuela Nacional de Cerámica.
Años más tarde (1942) fue encargado por el Gobierno de Colombia de la organización en Bogotá de la enseñanza oficial de la cerámica. Dos años más tarde, publicó su "Carta a los artistas de América", sobre el arte nuevo de la postguerra, y en 1948 difundió en Buenos Aires el "Informe sobre mi escultura".
El artista, que regresó a Bilbao (norte) en 1948, también fue reconocido internacionalmente y recibió, además de la medalla de Oro de Bellas Artes de España (1985) y el Premio Nacional de Arquitectura (1995), el Gran Premio Internacional de Escultura de la IV Bienal de Sao Paulo, de Brasil (1957) y el Primer Premio en el Concurso Internacional de Montevideo (1960).
Oteiza, quien investigó las tradiciones del pueblo vasco, está considerado por algunos críticos como uno de los cuatro escultores más importantes del mundo del siglo XX.
Entre sus obras destacan: "Interpretación estética de la estatuaria megalítica americana" (1952), "Quosque tandem, ensayo sobre la interpretación estética del alma vasca" (1963), "Oteiza 1933-1968" -autobiografía- (1968), "Ejercicios espirituales" -sobre la antropología estética vasca- y "Título 21" (1978). EFE
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