Más de 40 años después de trabajar con el escritor Ernest Hemingway, su exsecretaria Valerie Dandby-Smith se decidió a seguir los pasos de su jefe y escribir una autobiografía, donde privilegia sus historias como miembro del clan Hemingway.
La obra de Dandby-Smith -ahora Valerie Hemingway, nombre que adquirió por su inestable matrimonio con el hijo del autor, Greg- se titula Running With the Bulls: My Years With the Hemingways ( Corriendo con los toros: Mis años con los Hemingway ), en la cual ofrece un punto de vista íntimo y único del célebre autor.
Fue redactado con cuidado, aunque no con un tacto excesivo, e incluso refleja un poco del famoso estilo del autor. "Este libro tenía que salir en el momento correcto. No sabía cómo lo tomaría la gente, si les molestaría. Sin embargo, dudo que les guste".
Una historia compartida
Valerie Hemingway tiene 64 años, tres más que los que tenía el escritor cuando falleció.
Hace más de cuatro décadas, bajo el pesado y húmedo calor del trópico, ella tecleaba incesantemente en una máquina de escribir, trabajando con notas escritas en servilletas de coctel y trozos de papel.
Su jefe, Ernest Hemingway, le entregaba capítulos corregidos de lo que se convertiría en A Moveable Feast ( París era una fiesta ).
Mientras el autor y su secretaria trabajaban en San Francisco de Paula, la finca de Hemingway, la revolución cubana se había desatado fuera de las paredes de su isla donde él se había retirado a escribir.
La chica irlandesa de 19 años había ido a Cuba en parte porque disfrutaba trabajar como secretaria de Hemingway, pero también porque el autor la amenazó con suicidarse si ella no lo acompañaba.
Después de viajar con él en España durante meses, se había convertido en una musa para el viejo escritor. A cambio, Hemingway era mentor de la joven católica de ojos verdes y pelo negro rizado, la cual pasó unos meses agradables en Cuba con él y su esposa Mary.
Pero esa fue la última vez que vio con vida a su amigo y patrón: poco después de que la secretaria partiera de la isla, Hemingway se suicidó.
Extrañeza
"Siempre estaba orientando a otras personas", dice ella. "Nunca pensamos que él podría necesitar un guía. Siempre era el comandante en jefe... Después me di cuenta, y cada vez lo constato más entre más vivo, que uno simplemente no puede hacerse responsable de otras personas. Creo que es posible ayudarlos, pero eso es todo", afirmó, reflexionando sobre ese suicidio.
"Creo que él ya se había decidido a cometerlo y no podía hacer nada. No tiene caso darle vueltas al asunto", agregó.
A pesar del final turbulento, Valerie Hemingway recuerda con cariño sus días como miembro del clan Hemingway. Mientras habla, es como si levantara una cortina que ocultara parte de la vida del autor.
¿Cómo se conocieron? Resulta que Valerie Dandby-Smith viajaba por España, trabajando como colaboradora para el periódico The Irish Times , cuando le encargaron un artículo sobre Hemingway. Lo rastreó hasta un café y lo entrevistó.
Durante la conversación, narra ella, el escritor inmediatamente comenzó a darle consejos para su carrera. Dijo que mi trabajo iba por el rumbo equivocado. "Debía olvidarme de Irlanda y ver y aprender lo más que pudiera sobre España, escribe. El insistió en que lo acompañara a Pamplona a las fiestas de San Fermín, y yo acepte la oferta".
Poco después, tenía un empleo como su secretaria, aunque aparentemente ella pasaba más tiempo divirtiéndose.
Lo sorprendente de la historia de Valerie Hemingway es cómo fue incluida en el grupo del escritor, ungida como uno de los chicos, incluso más que su esposa, Mary. Valerie y los amigos pasaban horas bebiendo, riéndose y viendo corridas de toros. Ella se pregunta por qué la eligió, especialmente si se toma en cuenta que no tuvo un romance oficial con Hemingway.
"Si hubiera pensado que iba a haber un romance, me habría ido", comentó. Sin embargo, evidentemente Hemingway sentía una afinidad especial por su secretaria.