por Atenas Sifuentes
México, 1 sep (EFE).- Eulalio González "Piporro", actor y cantante, pero sobre todo un hombre con un gran sentido del humor, que hacía reír con sus películas, con sus canciones o con sus espontáneas frases, deja una huella imborrable en el espectáculo de México.
"Piporro", una de las últimas figuras de la época de oro del cine de este país, murió hoy en su residencia a consecuencia de un paro cardíaco.
Considerado como uno de los últimos baluartes del cine nacional que sobrevivían en este nuevo siglo, "Piporro" nació el 16 de diciembre de 1921 en el pueblo Los Herreras, Nuevo León, aunque aún pequeño vivió en algunas ciudades fronterizas del estado de Tamaulipas, como Ciudad Guerrero y Matamoros.
Estudió medicina, pero prefirió la Contaduría, sin embargo, a pesar de que sí concluyó sus estudios en esta materia, comenzó a trabajar como periodista para posteriormente probarse como locutor.
En los años 40 comenzó a trabajar en la estación XEMR de Monterrey (Nuevo León); cuando tenía 27 años fue contratado para representar a un anciano en la película "Martín Corona", al lado del ídolo popular de México Pedro Infante y la cantante y actriz española Sara Montiel.
Eulalio González contaba esta anécdota con gran sentido del humor, pues el personaje de esta película fue la que le dio el alías con el que se distinguiría el resto de su vida.
"A mí me pasó lo mismo que a Ben Kingsley cuando actuó como Gandhi. A la película en la que participó después de esa, le tuvieron que poner 'Gandhi' abajo de su nombre para que la gente lo reconociera", manifestó en una de sus últimas entrevistas.
"Lo mismo me pasaba a mí -agregó-, yo tenía 27 años y hacía de un hombre maduro, cuando me presentaban como Eulalio González, nadie sabía quien era, hasta que decían 'pos es el Piporro, el que salió con Pedro Infante, es buen muchacho, de muy buena familia'"
Su inicio en el cine fue con este tipo de personajes, de anciano, cosa que nunca olvidó: "los personajes que yo hice al principio, cuando estaba chavo (muchacho), fueron de viejón; y ora que estoy viejón, la hago de chavo. Lo que si está difícil es hacerla de niño prodigio porque ya no puedo".
En su filmografía, compuesta por más de 30 películas, destacan "Martín Corona" y "El enamorado (vuelve Martín Corona)", filmadas en 1951 bajo la dirección de Miguel Zacarías. En 1958 trabajó al lado de Antonio Aguilar y Antonio Badú en "Los Santos Reyes", de Rafael Baledón.
Compartió el set con exuberantes bellezas del cine nacional como Ana Bertha Lepe, Lorena Velásquez y Consuelo Frank en la película "La Nave de los monstruos", de Rogelio A. González, en 1959.
Sus filmes más recientes fueron "El macho" (1987), al lado de Vicente Fernández, y "Ni parientes somos" (1988) del director Sergio Vejar.
Pero no sólo se desarrolló como actor, también participó en los argumentos de algunas películas como "El pistolero desconocido", filmada en 1966, y dirigió y produjo.
Actuó al lado de los actores más importantes del cine de oro de México como María Félix, Arturo de Córdova, los hermanos Soler, Joaquín Pardave, Libertad Lamarque.
Como cantante fue dueño de un estilo único y se le llamó el "Rey del taconazo". A letras de canciones famosas, él las modificaba para convertirlas en sátira como el "Ojo de vidrio".
En 1993, la Asociación Nacional de Actores le hizo entrega de un reconocimiento por 50 años de trayectoria. En 1997 publicó una autobiografía en la que él cuenta sus propias experiencias con el gran sentido del humor que siempre le identificó. EFE
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