El filósofo francés más comentado, leído y traducido en los últimos años en todo el mundo, Jacques Derrida, famoso por su concepto de “la deconstrucción”, falleció la madrugada de ayer, en París, a los 74 años de edad, a consecuencia de un cáncer de páncreas.
Este autor prolífico –escribió alrededor de 80 obras– falleció, sin sufrir, en un hospital de la capital francesa, donde había ingresado hace tres semanas, según sus allegados.
Personal y políticamente comprometido con las ideas de la izquierda, Derrida era el último sobreviviente de los filósofos catalogados como “los pensadores del 68”, en los que figuraban Barthes, Foucault, Althusser, Lacan y Deleuze.
El nombre de Derrida, que comenzó su carrera como profesor en 1950, sonó frecuentemente entre los posibles laureados con el premio Nobel de Literatura, que ganó esta semana la escritora austríaca Elfriede Jelinek. Este año no fue la excepción y algunas quinielas lo señalaron entre los favoritos.
¿Quién fue?
Nacido el 15 de julio de 1930 en El-Biar (Argelia), en el seno de una familia judía, Derrida impartió sus enseñanzas filosóficas en diversas universidades estadounidenses, como Harvard o Yale, así como en la Sorbona de París.
En 1982, fue encarcelado varios días en una prisión checa por su apoyo a los intelectuales disidentes de la Carta 77.
A raíz de esa experiencia, Derrida puso en marcha una reflexión crítica sobre la institución filosófica y la enseñanza de esta materia, lo que le llevó a crear en 1983 el Colegio Internacional de Filosofía, que presidió hasta 1985.
Su gran contribución histórica fue su propuesta de la “deconstrucción”, es decir, una crítica de los presupuestos de la palabra a partir de los textos filosóficos clásicos.
Esta teoría de la “deconstrucción” le hizo mundialmente famoso, especialmente en Estados Unidos, donde, según sus palabras, la acogida de su trabajo fue más generosa, más atenta y encontró menos censura, barreras y conflictos que en Francia.
Preocupado por el apartheid sudafricano o por la situación del pueblo palestino, Derrida se significó también por su interés por la poesía y últimamente por la arquitectura.
La escritura y la diferencia , La diseminación , Márgenes de la filosofía , Heidegger y la cuestión , Invenciones del otro , Del derecho a la filosofía , Espectros de Marx , Glas , La verdad en pintura , Para Paul Célan y Del espíritu son algunos de los muchos libros que Derrida escribió a lo largo de su vida.
Estuvo casado con la psicoanalista Sylviane Agacinski –esposa actual del exprimer ministro francés Lionel Jospin– con la que tuvo un hijo.
El presidente francés, Jacques Chirac, rindió ayer homenaje a Derrida, al que calificó como uno de los más grandes filósofos contemporáneos y como una de las figuras mayores de la vida intelectual de nuestro tiempo.
Con su concepto de la deconstrucción, Derrida trataba de encontrar el gesto libre que está en el origen de todo pensamiento. “Tenía la misma pasión por el pensamiento griego que por el judío, por la filosofía que por la poesía”, destacó el presidente francés.
“Pensador de lo universal, Jacques Derrida era también ciudadano del mundo. Permanecerá como un inventor, un descubridor, un maestro de una extraordinaria fecundidad”, agregó Chirac.