Los historiadores alemanes lloran la muerte de Wolfgang Mommsen, hermano gemelo de su colega Hans Mommsen y continuador de la tradición familiar del tratamiento responsable de la historia representada por su bisabuelo Theodor Mommsen.
Wolfgang Mommsen, fallecido el pasado miércoles a los 73 años, impulsó el “restablecimiento de la imagen internacional y el diálogo entre los investigadores alemanes tras la II Guerra Mundial”, dijo ayer Manfred Hildermeier, presidente de la Asociación de Historiadores de Alemania.
En su etapa como presidente de los historiadores alemanes, entre 1982 y 1992, Mommsen demostró que Alemania solo podría asumir su reunificación desde una reflexión crítica sobre su pasado, continuó Hildermeier.
Mommsen murió mientras se bañaba en el mar Báltico, comunicó su hermano Hans.
El cadáver del historiador fue hallado en el mar, frente a la costa de la isla de Usedom.
La fiscalía del distrito ha ordenado una autopsia para establecer las circunstancias de su muerte.
Bisnietos de Theodor Mommsen, quien en 1902 recibió el premio Nobel de Literatura por su Historia de Roma, Wolfgang y Hans Mommsen siguieron de manera casi simétrica la tradición familiar representada tanto por su bisabuelo como por su padre, Wilhelm.
Los hermanos se doctoraron en 1959, se habilitaron para una cátedra universitaria en 1967, ambos empezaron a ejercer como profesores en 1968, en dos universidades de la cuenca del Ruhr, y ambos pasaron a la categoría de eméritos en 1996.
Wolfgang y Hans, de acuerdo con la tradición familiar, tomaron postura a favor de la investigación histórica responsable, especialmente en lo que concierne al tratamiento del pasado de Alemania.
A mediados de los 80, se distanciaron claramente de la línea defendida por su colega Ernst Nolte y la teoría del “nexo causal” o los intentos de trazar paralelismos entre los crímenes del bolchevismo y del nazismo, semilla de la negación del Holocausto judío o cuando menos su relativización.
En el Congreso de Historiadores de Bochum, en 1990, rechazó frontalmente la teoría de que, después de 1945, los investigadores alemanes olvidaron su responsabilidad con la tradición nacional y contribuyeron así al debilitamiento del sentimiento patriótico.
Mommsen representó con ello la línea de las verdades sin tapujos al reflexionar sobre el aterrador pasado alemán.