España (DPA). Bajo un mar de banderas españolas, una multitudinaria manifestación recorrió hoy las calles de Madrid en protesta por la política antiterrorista del gobierno del socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
Cientos de miles de personas marcharon hoy pacíficamente por las anchas vías del centro de la capital española, desde la Puerta de Alcalá a través del Paseo del Prado hasta la Plaza de Colón, donde el líder del opositor Partido Popular (PP), Mariano Rajoy, acusó al gobierno de rendirse ante el grupo separatista vasco ETA.
La manifestación fue convocada por el partido conservador para protestar por la decisión del gobierno del arresto domiciliario al etarra Iñaki de Juana Chaos, quien protagonizó una huelga de hambre de casi cuatro meses para lograr su puesta en libertad.
"Es un gobierno que se ha dejado convencer por un asesino y ha cedido", dijo Rajoy sobre un escenario montado justamente bajo la enorme enseña nacional que ondea en la Plaza de Colón madrileña. "Es un gobierno que esconde la indignidad con excusas humanitarias", añadió.
A la concentración, la primera que convoca directamente la oposición en contra de las políticas del gobierno, se sumaron otros colectivos, como la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), el Foro de Ermua o la Fundación Miguel Angel Blanco.
Según el gobierno de la Comunidad de Madrid, en manos del PP, la convocatoria reunió hoy en Madrid a más de dos millones de personas. Sin embargo, para el gobierno español, la respuesta estuvo "por debajo de las expectativas planteadas desde el principio".
Quien no faltó tras la pancarta con el lema de la manifestación - "España por la libertad. No más cesiones a ETA"- fue la plana mayor del Partido Popular. Junto al líder del partido conservador, al que se aclamó con gritos de "Presidente, presidente", se dieron cita el alcalde de la ciudad, Alberto Ruiz Gallardón; el secretario general del partido, Angel Acebes; y su portavoz en el Parlamento, Eduardo Zaplana. También ocuparon un lugar destacado el ex presidente del gobierno José María Aznar y líderes populares vascos, como María San Gil y Jaime Mayor Oreja, ex ministro del Interior.
También estuvo muy presente, aunque de otro modo, el presidente del gobierno español, Zapatero, contra el que se dirigieron muchos de los cánticos de los manifestantes.
"Zapatero, dimisión", "Zapatero, embustero" o "Zapatero, traidor" fueron algunos de las epítetos que se dedicaron al mandatario español, a quien también se le hizo un llamamiento espontáneo por parte de la multitud: "Si tienes cojones, convoca elecciones!".
"Hay otra manera de hacer las cosas", dijo el líder opositor durante el discurso que cerró la marcha, que fue interrumpido en varias ocasiones por las arengas de los asistentes. "Una forma más digna, más justa, más eficaz. Queremos recuperar la España que no se rendía ante los terroristas".
El PP acusa al Ejecutivo de seguir negociando bajo mano con el grupo separatista, pese al atentado en el aeropuerto madrileño de Barajas a finales del año pasado, que costó la vida a dos ciudadanos ecuatorianos y rompió un alto el fuego que había durado nueve meses y un periodo de tres años y medio sin muertos.
Rajoy exigió al gobierno que "rectifique", pero dudó de que lo haga, porque, según él, "no se atreve". "Nosotros todavía sabemos distinguir quiénes son las personas decentes y quiénes los indeseables", aseguró el líder conservador, que reprochó a Zapatero dejar de lado a las víctimas del terrorismo.
"A nosotros no nos molestan las víctimas, al contrario", señaló, antes de nombrar como referentes a Miguel Angel Blanco, cuyo asesinato por ETA en 1997 provocó una marea de solidaridad en todo el país, y a José Antonio Ortega Lara, que pasó más de 500 días secuestrado antes de ser rescatado.
Las declaraciones de Ortega Lara, en las que en una reciente entrevista aseguraba que comprendía por qué el gobierno no había negociado por su liberación, fueron emitidas por una pantalla gigante junto al escenario como parte de un video de homenaje a las víctimas del terrorismo.
"ETA no quiere la paz, busca la victoria. Ha descubierto un gobierno débil y quiere aprovechar la ocasión", aseguró Rajoy, que utilizó el acto para reafirmar la identificación de su partido con la idea de la unidad de la nación. "Viva la libertad! Viva España!", gritó para concluir su discurso y dejar que sonara por la megafonía el himno nacional español.