El bailarín costarricense Daniel Marenco se encuentra activísimo en el extranjero: bailó una temporada en Chile, es profesor en la Universidad Mayor de ese país, y participará en un espectáculo en Estados Unidos.
Ese artista fue uno de los intérpretes de la coreografía Desida , de la compañía chilena Movimiento, con el apoyó del Fondart 2002 división del Ministerio de Educación de Chile.
Desida fue una creación colectiva que habla del sida y su percepción en la sociedad.
"Es una historia de las conductas de la gente, la sociedad chilena después de la dictadura, la represión, el mundo de la familia, y las actitudes de la gente acerca de la enfermedad", detalló Marenco, uno de los siete bailarines del espectáculo.
La coreografía fue polémica ya que se abrió a la comunidad de personas infectadas con el sida. A la vez, Desida tuvo una buena asistencia durante junio y julio, tanto así que en noviembre el costarricense tendrá que volver para bailar un tiempo más.
La obra requirió de una preparación exhaustiva por lo cual Marenco trabajó con ellos durante un total de seis meses.
Durante ese tiempo, él pasó a formar parte de un proyecto interdisciplinario en artes escénicas de la Universidad Mayor de Chile, donde es profesor de expresión corporal.
Daniel dio clases el semestre pasado, y volverá a hacerlo el próximo año.
A Texas
En los escenarios costarricenses, Marenco fue observado por encargados de la Johnson Long Company, asentada en Austin (Texas). Dicha agrupación es dirigida por Andrew Long y Darla Johnson.
La compañía de danza contemporánea, que trabaja mucho con el teatro, lo invitó a participar en un proyecto con cinco bailarines que estrenarán en enero del 2004 en Hamburgo. La temporada será del 31 de enero al 15 de febrero.
El espectáculo tratará sobre la sexualidad, la vulnerabilidad, la inocencia, el desnudarse espiritualmente, e, incluso, el sexo sin disculpas.
Según Daniel, para esas invitaciones pesaron sus habilidades para construir personajes en la danza. Él se apropia de técnicas del teatro para usarlas en su trabajo con el movimiento.
¿Estudió teatro? No; no obstante, ha estado cerca de él desdes bebé pues sus padres Roxana Campos y Álvaro Marenco siempre están en los escenarios.
"Desde mi participación en el Festival de Danza Contemporánea de Colombia con la compañía de Peter Palacios, el año pasado, han surgido estas invitaciones. Yo no lo imaginaba, pero me satisface", expresó el bailarín.
Por todos estos compromisos en el extranjero a Marenco se le ha visto poco en los escenarios costarricenses. Lo irónico es que, mientras tiene muchas invitaciones en el extranjero, ahora busca con quién bailar en Costa Rica.