En trabajos de albañilería, el uso del mortero es muy común. Dependiendo de la actividad que se lleve a cabo, se utilizará un tipo de mortero determinado para cada caso. Esta mezcla, compuesta por cemento, arena, agua, cal y o aditivos, se emplea entre otros, en el revestimiento o repellos de las paredes o en la pega de bloques que conforman las viviendas que hoy día vemos en la construcción o en nuestra propia casa.
El mortero para repellar las paredes no cumple propiamente funciones estructurales, pero definitivamente su aporte a la estética de la construcción es de vital importancia para el acabado final de la misma.
En este sentido, Emanuel Jara, ingeniero de CEMEX sostiene que el mortero para repellos cumple dos funciones básicas: aportar al acabado final ( factor decisivo para el cliente) y proteger la vivienda de los agentes climáticos externos.
Características
Muchas son las características o propiedades que se le atribuyen y se le exigen cumplir al mortero para repello. Sin embargo, son tres, a criterio de Jara, las que le dan un rendimiento óptimo y que la mezcla debe cumplir:
1. Su trabajabilidad: que no sea "pesado" o difícil de trabajar, además, tiene que ser una mezcla consistente (plástica y fluida), para que facilite el mezclado y la puesta en obra.
2. Retención del agua: esto para permitir una adecuada fluidez de la mezcla y una apropiada hidratación del cemento (mayor tiempo de fragua).
3. Adherencia: tiene que tener la capacidad de resistir fuerzas entre mortero y la base de contacto. De cumplirse estas tres propiedades, es casi seguro que el mortero cumplirá con su función, pero dependen de una buena cantidad de variables que debemos controlar o minimizar, enfatiza el ingeniero.
Principales problemas
Como en cualquier elaboración de un material constructivo, el mortero no está libre de problemas. Es muy común, y sobre todo en el caso del mortero de repellos que, cuando este no cumple con las exigencias o un control de calidad adecuado, se presenten problemas como fisuras o grietas, desprendimientos, pulverizaciones, manchas, etc.
Entre los parámetros que pueden afectar la confección del mortero y su consecuente defecto durante la obra, tenemos: la granulometría o tamaño de la arena, el almacenaje y calidad de la materia prima a utilizar ( arena, cemento, agua, cal, etc ), los efectos climáticos durante su aplicación, la dosificación de sus componentes, espesor del repello, la mano de obra que lo aplica, el tiempo de curado...ect. Aplicación directa
Justamente para evitar estos problemas, las empresas dedicadas a la comercialización de productos cementicios están colocando en el mercado morteros de alta calidad, gracias a la mezcla estudiada de sus componentes.
Para Jara, este tipo de producto le ofrece la ventaja al consumidor de tener en un solo paquete la mezcla exacta de los componentes, así como un mayor ahorro de tiempo pues son de aplicación directa y cuentan con controles de calidad estandarizados, los cuales le dan confianza al usuario para su utilización.
Gracias a la experimentación y al trabajo técnico, los morteros de aplicación directa que se ofrecen al mercado van a mejorar considerablemente los problemas que hoy día se viven en la elaboración y manipulación que se dan con el mortero manual, expresó. En el mercado, además se hallarán diferentes tipos, ya sean morteros para juntas o pegas de bloques, repellos o para fines donde su comportamiento sea seguro y ventajoso para el usuario final.