El escenario es Sudáfrica. El año es 1995. El protagonista es Nelson Mandela. La historia: Invictus .
El presidente electo Mandela apenas tenía 5 años de ser liberado de la cárcel. Increíblemente, durante el cuarto de siglo que estuvo privado de libertad, su reputación como líder se multiplicó. El poder de transformar a una nación estaba en sus manos.
¿Cómo unir a un país que durante décadas fue devastada por la segregación racial conocida como el apartheid ? ¿Cómo plantar las bases para la reconciliación cuando hay tanto dolor y odio de por medio? La respuesta de Mandela fue el rugby .
El más reciente filme histórico del director Clint Eastwood se estrenará en cines nacionales hoy, y relata la historia de cómo Mandela, interpretado en el filme por el actor estadounidense Morgan Freeman, unió sus fuerzas a las del capitán del equipo de rugby sudafricano, Francois Pienaar (Matt Damon), para tratar de unificar a su país bajo el lema: “Un equipo, un país”.
“El deporte tiene el poder de cambiar el mundo. Tiene el poder de inspirar, el poder de unificar a la gente; algo que no logra la mayoría de las cosas”, dijo en algún momento el reconocido líder africano, quien actualmente tiene 91 años.
Aprovechando que en 1995 la celebración de la Copa Mundial de Rugby se celebraría en aquel país, Mandela planteó utilizar el lenguaje universal del deporte y la camiseta verde del equipo Springbok (integrado en su totalidad por jugadores blancos) para sembrar una semilla de nacionalismo entre sus compatriotas.
En la cinta, Mandela le pide a Pienaar lo que parece una tarea imposible: que lleve a su equipo a la gloria. Mandela le recita el poema que fue su fuente de inspiración y fortaleza durante sus años de cautiverio.
Eventualmente, en la película se revela que los versos son del poeta inglés William Ernest Henley, quien escribió Invictus en 1875.
“Lo importante no es si la puerta es estrecha, o cuán cargada de castigo la sentencia. Yo soy el amo de mi destino. Yo soy el capitán de mi alma”, cierra el poema.
Invictus se rodó, en su totalidad, en Sudáfrica, y a la medida de lo posible, los cineastas utilizaron los verdaderos lugares en los que sucedieron los eventos históricos.
El guión fue escrito por Anthony Peckham, a partir del libro Playing the Enemy , del periodista John Carlin, quien fue jefe de la oficina del diario Independent de Londres en Sudáfrica desde 1989 a 1995 y cubrió noticias como la liberación de Nelson Mandela de la cárcel y su inauguración como presidente.
“Uno debe entender que la camiseta verde de los Springboks, era un recordatorio del apartheid sudafricano. Odiaban esa camiseta porque simbolizaba los tremendos abusos a los que habían sido sometidos, al igual que cualquier otra cosa que lo representara. El genio de Mandela reconoció que ese mismo símbolo de división y odio, podía se transformado en un poderoso instrumento de unión nacional”, explica Carlin.
Ruta hacia Invictus . Morgan Freeman tienen muchos años de conocer al exmandatario y lo considera un amigo. Además, él y su socia productora, Lori McCreary, tenían tiempo de intentar adaptar la auto biografía de Mandela, A Long Walk to Freedom , a la pantalla grande.
En medio de un proyecto frustrado, a Freeman y McCreary les llegó el guion de Invictus .
Según McCreary, antes de llevar todo a cabo, ella y Freeman fueron en persona a recibir la bendición de Mandela, quien es conocido en Sudáfrica como Madiba.
“Morgan le dijo: Madiba, por largo tiempo estuvimos trabajando en este proyecto, pero recientemente recibimos esta proposición que hemos leído, y pensamos que refleja de cierta manera la esencia de lo que usted es. Antes aún de que terminase la oración, Madiba dijo: ‘¡Ah, la Copa Mundial!’. En ese momento supimos que estábamos yendo en la dirección correcta”, relató McCreary.