Panamá. Mireya Moscoso Rodríguez, la primera mujer en alcanzar la Presidencia de Panamá, asumió hoy el cargo en un momento crucial de la historia de su país, que dentro de 120 días tomará el control del Canal interoceánico y precisa reducir la extrema pobreza y el desempleo que afecta a miles de ciudadanos.
En un momento sumamente emotivo para los casi 25.000 panameños que colmaban el Estadio Nacional de Béisbol y que esperaron más de siete horas pacientemente su llegada, Moscoso entró a pie al coliseo acompañada por su hijo adoptivo, Ricardo.
La ceremonia de investidura se atrasó tres horas y media -estaba prevista para las 11.00 horas locales debido a la lentitud en la constitución de la nueva Asamblea Legislativa, en la que el ahora opositor Partido Revolucionario Democrático (PRD) perdió la presidencia de ese órganismo por un voto.
El dirigente indígena kuna Enrique Garrido, de la provincia oriental de Darién, fue elegido con 36 votos presidente del Parlamento panameño por la coalición oficialista, que derrotó al candidato del PRD, Carlos Alvarado, quien obtuvo 35 sufragios.
El retraso en la ceremonia de investidura, provocado por las negociaciones de último minuto del PRD para controlar el Parlamento, llevó a los presidentes de Nicaragua, Arnoldo Alemán, y República Dominicana, Leonel Fernández, a abandonar el estadio antes de la toma de posesión de Moscoso.
Los gobernantes de Costa Rica, Miguel Angel Rodríguez, y de Venezuela, Hugo Chávez, y el Principe de Asturias, Felipe de Bordón, heredero de la Corona de España, y delegaciones oficiales de casi medio centenar de países acompañaron a Moscoso en los actos.
Tras un mensaje humanista y en defensa de la justicia social proclamado por el Magisterio de la Iglesia Católica, a cargo del Arzobispo de Panamá, José Dimas Cedeño, Moscoso hizo el juramento de rigor y recibió de manos de Garrido la banda presidencial, lo que levantó entre el auditorio una explosión de aplausos.
Moscoso, que llegó al poder con más del 54 por ciento de votos, cantó el himno nacional de Panamá acompañada por sus miles de seguidores y flanqueada por Garrido y el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Arturo Hoyos.
Arturo Vallarino y José Dominador Kayser Bazán, primero y segundo vicepresidentes de Panamá, juraron también los cargos ante Garrido entre gritos de "Viva Mireya" lanzados desde las gradas.
En su breve discurso, Garrido reclamó mayor justicia social para los indígenas panameños, los más pobres del país.
Cuando Moscoso tomó la palabra fue, en primer lugar, para recordar varias frases de su difunto esposo, el tres veces presidente de Panamá y las tres derrocado, Arnulfo Arias Madrid, cuando éste tomó posesión del cargo el 1 de octubre de 1968, la última vez que ocupó la máxima magistratura.
"Lo he hecho, porque como dije el 10 de agosto ante su tumba, hoy se inicia el período de gobierno que él (Arias) nunca tuvo la oportunidad de terminar, para beneficio de los pobres y marginados de Panamá", explicó.
La gobernante panameña, quien cría sola a su hijo adoptivo, tras haberse divorciado de su segundo marido, tuvo palabras de reconocimiento a las "miles y miles de mujeres panameñas" que mantienen y dirigen un hogar.
Asimismo, confesó la "enorme emoción" que vivía al asumir el poder "cuando está por culminar el siglo, cuando nuestra nación se aboca a concluir una etapa histórica, vivida al amparo de la presencia extranjera".
"Hoy quiero desde esta tribuna, y como presidenta, rendir tributo a los verdaderos héroes de la nacionalidad panameña, a los que durante toda la vida republicana han mantenido siempre ardiente la llama del verdadero nacionalismo", manifestó, antes de asegurar que la lucha por la plena soberanía se inició en 1903, tras la firma del primer tratado sobre el Canal de Panamá.
Pese a que en su discurso fue muy crítica con la Administración que le ha antecedido, Moscoso anunció que continuará -con algunos ajustes- la reforma del Estado que dejó pendiente su antecesor, Ernesto Pérez Balladares.
Tras la ceremonia en el Estadio Nacional, Moscoso se dirigio al cementerio para depositar la banda presidencial ante la tumba de Arnulfo Arias y, posteriormente, hará una ofrenda floral ante el busto de Manuel Amador Guerrero, primer presidente de la República.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.