Tegucigalpa, 20 ago (ACAN-EFE).- Miles de hondureños dieron hoy su último adiós al ex presidente Carlos Roberto Reina, quien se suicidó el pasado martes en Tegucigalpa tras sufrir un cáncer de páncreas.
Reina, de 77 años, fue presidente de Honduras entre 1994 y 1998, y en su administración impulsó grandes cambios sociales, como quitarle el protagonismo político a las Fuerzas Armadas, la abolición del servicio militar y una lucha contra la corrupción.
A finales de julio pasado fue operado de un cáncer de páncreas, en Estados Unidos, de donde retornó hace dos semanas.
Tras una recaída a su regreso de EEUU, fue ingresado en un hospital de Tegucigalpa, el que abandonó la semana pasada en franca mejoría, según dijo su hermano menor Jorge Arturo Reina.
Según fuentes forenses y familiares, quizá agobiado por el cáncer incurable, decidió quitarse la vida en su residencia, de un disparo en la cabeza, con una pistola.
El ex gobernante militó durante más de 50 años en el ahora opositor Partido Liberal de Honduras, al que llevó al poder tras el triunfo en las elecciones generales de noviembre de 1993.
Sus restos fueron sepultados a eso de las 16.00 hora local (22.00 GMT) en un cementerio de la capital hondureña, al que asistieron más de 2.000 personas, en su mayoría del Partido Liberal.
El martes, Reina recibió un homenaje póstumo en la Casa Presidencial, donde el presidente Ricardo Maduro exaltó la personalidad del reconocido político, que también fue diplomático en Francia e Inglaterra.
Carlos Roberto Reina es el primer ex presidente de Honduras que fallece de los cinco que han gobernado el país desde 1982, cuando esta nación centroamericana retornó a la democracia.
El presidente hondureño, Ricardo Maduro, decretó tres días de duelo y expresó su consternación por el deceso de Reina, de quien dijo que hizo "valiosos y relevantes aportes al país", algunos "a nivel internacional".
Los ex presidentes Roberto Suazo Córdova, José Azcona, Carlos Flores, Rafael Callejas y el también golpista Oswaldo López Arellano, estuvieron en las honras fúnebres de Reina en la sede del Poder Ejecutivo.
El ex gobernante enarboló una "revolución moral" para combatir la corrupción, aunque no logró ver en la cárcel a los presuntos corruptos de "cuello blanco" que tanto censuró.
Durante su mandato, Reina también fue objeto de dos atentados, uno el 28 de enero de 1995, supuestamente por los militares, en San Pedro Sula, cuando asistía a una reunión de empresarios hondureños y salvadoreños en San Pedro Sula, norte del país.
En esa ocasión una granada explosionó a unos cien metros de donde estaba Reina. Dos personas resultaron con heridas leves en ese incidente.
El 26 de marzo de 1996, desconocidos a bordo de un vehículo en marcha lanzaron una bomba de fabricación casera contra la residencia de Reina, quien resultó ileso, en una acción en la que detrás también habrían estado los militares, según denunció en su oportunidad un organismo de derechos humanos.
Reina estuvo casado con Bessie Watson, con quien procreó cuatro hijos, de los que sobreviven tres.
Como político, Reina ejerció, entre otros cargos, la presidencia del Parlamento Centroamericano.
También fue juez y presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, con sede en Costa Rica, y catedrático de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.
Reina era abogado de profesión, con doctorado en Derecho Internacional.
Antes de su sepelio se ofició una misa, que fue celebrada por el cardenal hondureño Oscar Andrés Rodríguez, quien resaltó los aportes que Reina hizo al país como político y ciudadano ejemplar. ACAN-EFE
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