
Río de Janeiro. EFE La cantante brasileña Daniela Mercury se sintió el pasado viernes muy indignada con la disculpa con la que el Vaticano supuestamente justificó la decisión de excluirla de la lista de cantantes que participaron el sábado, de un concierto en la Santa Sede que contarácon la presencia del papa Benedicto XVI.
La reina de la música axé fue informada la semana pasada de que el Vaticano había cancelado su presentación, y sus productores atribuyeron la decisión a un veto por la firme posición de la cantante en defensa del uso de los preservativos.
Según versiones de la prensa brasileña, el Vaticano informó de que no suspendió la participación de la cantante en el concierto por su posición sino por su supuesta amenaza de aprovechar el acto de la Iglesia católica para defender el uso de los condones.
"Entiendo y respeto las preocupaciones del Vaticano y creo que ellos tienen todo el derecho a proteger al Papa y sus instituciones, pero, en mi caso, esa preocupación no tiene el menor sentido", afirmó.
Mercury, conocida por la alegría de su música y su energía en el escenario, fue homenajeada el jueves, Día Mundial de la Lucha contra el Sida, con un acto de desagravio por la censura que sufrió.
El acto fue organizado por el Ministerio de Salud y contó con la participación de varios miembros del gobierno brasileño, que en los últimos días se han turnado para lamentar el veto y manifestar su solidaridad con la cantante.
La artista protagoniza varias campañas del Ministerio para fomentar el uso de los condones y es embajadora de la Unicef, la Unesco y del Programa contra el sida de las Naciones Unidas (Unaids).
La cantante dijo que se sentía indignada y sorprendida con la explicación del Vaticano, pero se abstuvo de responder si consideraba que se trataba apenas de una disculpa para justificar el veto.
En declaraciones a la agencia Globo , Mercury afirmó que es católica y respeta las instituciones de la Iglesia, pero que no se arrepiente de nada de lo que ha dicho y hecho para defender el uso del preservativo como forma de prevenir el sida.
"Siempre he sido coherente con mis afirmaciones y si defiendo eso es porque defiendo la vida", afirmó. "Esa posición refleja mi preocupación con miles de personas que sufren por la epidemia y otras enfermedades sexualmente transmisibles. No hice ninguna declaración de irrespeto al Vaticano", dijo