Roma, 22 ene (EFE) - Medio millar de napolitanos, en su mayor parte mujeres, se enfrentaron con los carabineros (policía militarizada) por la detención del capo mafioso Cosimo Di Lauro, hijo del jefe de la camorra del barrio periférico de Secondigliano, una acción que "preocupa" a la alcaldesa de Nápoles y al ministro de Interior.
Di Lauro -regente del clan camorrista dominante de Secondigliano que desde hace meses mantiene una guerra sangrienta con el grupo de los "españoles" por el control del tráfico de drogas- fue detenido a últimas horas de la noche de ayer en el barrio cercano conocido como "Tercer Mundo".
Nada más conocer la noticia, decenas de vecinos de Secondigliano, en su mayoría mujeres, se concentraron en el lugar donde se produjo el arresto y comenzaron a arrojar todo lo que pillaban contra los carabineros, que tuvieron que emplearse a fondo para devolver la tranquilidad a la zona.
El arresto se produjo pocas horas antes de que hoy fuera hallado decapitado y después quemado dentro de un automóvil el cadáver de Giulio Ruggiero, de 45 años, con antecedentes penales, miembro del clan de los Petrone, aliado de la familia Di Lauro.
La policía no descarta que el asesinato se enmarque en la guerra entre los Di Lauro y los "españoles", bautizados así porque algunos de sus miembros se refugiaron durante un tiempo en la Costa del Sol (sur de España), que en los últimos meses se ha cobrado ya 34 víctimas.
El ministro de Interior, Giuseppe Pisanu, expresó hoy su preocupación por esta sangrienta guerra entre clanes y aseguró que las fuerzas del orden proseguirán con su labor y que el Estado vencerá la batalla contra la criminalidad organizada, "especialmente si colaboran los napolitanos serios y trabajadores".
Pisanu reconoció que muchos ciudadanos de los barrios napolitanos donde abunda el desempleo están a favor de la camorra porque de ésta reciben diariamente el pan y la comida, "pan ilegal pero al fin y al cabo pan", afirmó.
La alcaldesa de Nápoles, Rosa Russo Iervolino, dijo que hay que evitar la "unión" entre la camorra y las clases más desfavorecidas de la sociedad, "que gracias al dinero que reciben de la criminalidad organizada ven a sus miembros como héroes. Es algo muy preocupante".
La criminalidad se ha recrudecido en Nápoles desde el último trimestre del pasado años. Además de la guerra entre el clan Di Lauro y los "españoles", grupo escindido del primero; otros clanes mantienen también guerras para hacerse con el control de las actividades ilícitas.
Más de 140 mafiosos han muerto ya en los ajustes de cuentas entre clanes. EFE
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