La energía eólica recibe su nombre de un dios del Olimpo: Eolo. Eolo reinaba sobre tumultuosos vientos encerrados en una caverna de Eolia. De ahí que a la energía producida por la fuerza de los vientos se la conoce como eólica .
Al titán Atlas por haber participado en la guerra contra los dioses del Olimpo, Zeus lo condenó a sostener el peso de los cielos; sin embargo, debido a una representación de este personaje publicada en 1595 por el cartógrafo Gerardus Mercator, al infortunado Atlas se le caracteriza desde entonces con la Tierra a cuestas.
¿Sabe usted qué deidad dio origen a la Vía Láctea ? Juno, la reina del Olimpo, quiso amamantar al pequeño Hércules; pero el niño, hambriento, le mordió el seno sin conseguir mamar. La leche derramada formó una estela en el firmamento, y los hombres la llamarón Vía Láctea, que significa “camino de leche”. De ahí el nombre de nuestra galaxia.
Para demostrar su valía, la doncella Aracné desafió a Atenea a participar en un concurso de tejido. Aracné realizó un trabajo perfecto, pero sus diseños ridiculizaban las aventuras amorosas de los dioses. Enfurecida, Atenea destruyó el telar de su contrincante Aracné, quien, avergonzada y desesperada, intentó ahorcarse. Atenea se apiadó de ella, convirtió la soga con que Aracné se ahorcaría en telaraña y transformó a la muchacha en araña para que se pasara la eternidad tejiendo.
Cancerbero (el can o perro Cerbero ) es una de las criaturas monstruosas que aparecen en la mitología grecolatina. Según la narración fabulosa, era hijo del gigante Tifaon y de la mujer-serpiente Equidna. Se le describe en los relatos mitológicos como un perro de tres cabezas, cola de serpiente y con varios de estos reptiles alrededor de su cuello. Su misión era cuidar celosamente la puerta de los infiernos.
En sentido figurado, cancerbero se dice, como señala el DRAE, del portero o guarda severo, incorruptible o de bruscos modales.
[Como ya dijimos, no es la primera vez que los personajes de los mitos clásicos han servido de base para crear calificativos en nuestro idioma, especialmente con los nombres de dioses y héroes: marcial, hercúleo, venéreo, jovial, cereal , etc.].
En el caso concreto de cancerbero , a algún culto comentarista deportivo se le ocurrió un buen día aplicar esta denominación mitológica al guardameta futbolístico, y el nombrecito se puso de moda.
No podemos decir que sea algo inapropiado, ya que el portero en el juego del balompié trata de guardar celosa (aunque a veces infructuosamente) la puerta infernal de la derrota.