El paciente inglés, que arrasó hace un mes en la entrega de los Oscar, se convirtió en la triunfadora de la gala de los premios BAFTA que cada año entrega la Academia Británica del Cine, al llevarse los galardones a la mejor película, mejor guión adaptado y mejor actriz secundaria.
El director británico Anthony Minghella, que contra viento y marea se propuso hace dos años trasladar a la pantalla la novela homónima de Michael Ondaatje, revalidó en Londres el triunfo conseguido el 24 de marzo en Los Angeles, donde El paciente inglés (The English Patient) consiguió nueve Oscar.
"Ha sido un largo, muy largo camino a través de un túnel oscuro, pero ¡vaya recibimiento le han dado a esta película!", dijo a los presentes en el Albert Hall londinense un emocionado Minghella. Juliette Binoche recibió el premio a la mejor actriz secundaria, como ya lo hizo en la gala de los Oscar.
"Pensaba que no le gustaba a los ingleses", dijo la actriz francesa al recibir, sorprendida, el premio de la Academia Británica por su interpretación de la enfermera canadiense que vela en una villa toscana los últimos días de un misterioso aviador completamente quemado durante la II Guerra Mundial.
El premio a la mejor actriz fue a parar a Brenda Blethyn, protagonista de la cinta británica Secretos y mentiras (Secrets and Lies). La película de Mike Leigh, que compitió sin éxito por los Oscar de Hollywood, se llevó además el premio Alexander Korda a la mejor producción británica y el premio al mejor guión original.
Joel Coen recibió el premio al mejor director por Fargo y Geoffrey Rush obtuvo el premio al mejor actor por su interpretación del pianista David Helfgott en la cinta australiana Shine, que ya le valió el Oscar en marzo.
La Academia Británica de las Artes Cinematográficas y Televisuales (BAFTA) entregó también el premio al mejor actor secundario a Paul Scolfield por su papel en The Crucible.