El Grupo Surco, cuyos montajes pueden apreciarse durante todo el año en el Teatro la Comedia, vuelve al escenario de enero con la obra Comedia a la antigua, del dramaturgo ruso Nicolái Arbúzov (1908).
Protagonizada por Marcelo Gaete y Sara Astica, esta puesta en escena fue el penúltimo montaje de La Comedia en 1997.
La pieza trata el tema del amor bajo el estigma de la edad. Sus personajes centrales son los "maduros" Rodión Nicoláievich y Lidia Vasílievna.
Quienes no hayan visto la obra podrán visitar la sala desde hoy y apreciar una historia en la cual amor, humor, ternura y pacifismo se funden para transformar la existencia de los protagonistas.
Dirigida por el propio Gaete, Comedia a la antigua fue parte del repertorio que el grupo Surco presentó en una exitosa gira por Suramérica el año pasado.
La obra se presentará de jueves a domingo, a las 8 p. m., hasta finales de este mes. Las reservaciones pueden hacerse mediante el teléfono 255-3255.
Programa a la carta
Durante este año, el panorama teatral que ofrece el grupo Surco anima las expectativas. La agrupación continuará desarrollando un intenso programa de actividades, con un repertorio de "clásicos" contemporáneos: para febrero repondrán Pareja abierta, obra del reciente Premio Nobel de Literatura, el italiano Darío Fo, y su compañera, la actriz Franca Rame.
"También trabajamos en nuestro primer estreno que, con suerte, estará listo en marzo: Despedida de soltera, una versión del dramaturgo costarricense Eduardo Zúñiga sobre una obra que se ha estrenado (con distintos nombres y en diferentes versiones) en varios países de América Latina", explicó Marcelo Gaete.
"Es una obra bastante fuerte; creo que será impactante. Despedida de soltera es una comedia dramática, donde varias amigas, desde diferentes puntos de vista, hablan crudamente de sus mundos afectivos, con mucho desparpajo pero también con mucha verdad", añadió Gaete.
Para finalizar el año, el grupo planea una obra "monstruosa" y difícil: Largo viaje del día hacia la noche, una de las últimas piezas escritas por el dramaturgo norteamericano Eugene O'Neill, de corte autobiográfico.
"Esta podría considerarse la tragedia más importante del teatro norteamericano. Tiene grandes dificultades técnicas, entre ellas que su versión original dura tres horas y media", comentó el director.
Escrita cuando ya su fama estaba consolidada, O'Neill regaló esta obra a su mujer en el decimosegundo aniversario de su matrimonio, por considerarla la mayor obra de su carrera.