
Madrid. EFE. El rock glamouroso del estadounidense Marilyn Manson fue el plato fuerte de la primera jornada del Festimad 2005, que se celebró en la localidad madrileña de Fuenlabrada y que reunió a roqueros de España y Europa.
Manson puso banda sonora, el viernes por la noche, a un espectáculo donde lo siniestro y lo freak estuvieron cuidados hasta el último detalle, y en el que el "reverendo" alternó la estética nazi y la parafernalia circense.
Durante algo más de una hora, Manson ejerció de maestro de ceremonias para seducir a buena parte de los 20.000 asistentes al festival madrileño más "duro" de las últimas ediciones, que terminó el sábado y que es considerado el primer gran evento de la temporada.
Para ello utilizó una sucesión de disfraces y escenarios en los que no faltaron zancos, candelabros, una horca y una tribuna desde la que arengó a sus seguidores.
Vestido de luto riguroso, maquillado con un antifaz negro y encaramado a altas plataformas, el artista estadounidense repitió visita al Festimad repasando catorce temas, sobre todo de sus discos Mechanical Animals (1996) Antichristo Superstar (1998), y del último grabado en estudio, The golden age of grotesque (2003).
Se vio obligado para ello a forzar su versátil timbre de voz, ya que a partir de la cuarta canción el volumen del sonido bajó bruscamente y no llegó a recuperarse, con lo que en ocasiones era más audible el coro de los asistentes, muchos de ellos ataviados con un estilo inspirado en el feísmo depravado de Manson.
Compartieron protagonismo una veintena de grupos, exponentes del amplio abanico de géneros que tienen como raíz el rock duro. Pudo escucharse también el gótico de Nichtwish, el hardcore de The Dillingers Escape Plan y los metaleros Wednesday 13, entre otros.