Ciudad del Vaticano, 14 may (EFE) - La monja Mariana Cope (1838-1918) beatificada hoy en el Vaticano, perteneció a las Hermanas de la Tercera Orden de San Francisco de Syracusa (Nueva York) y fue la que continuó el trabajo del padre Damián entre los leprosos de la isla de Molokai (Hawai, EEUU).
Mariana de Molokai nació en Heppenheim (Alemania) en 1838. A los tres años emigró a EEUU junto a su familia, adquiriendo la nacionalidad estadounidense. Su nombre de pila era Bárbara Cope.
Antes de entrar en la Congregación de las Hermanas de la Tercera Orden de San Francisco en Syracusa, Bárbara trabajó durante un tiempo en una fábrica para ayudar su numerosa familia.
Ya de monja se dedicó a cuidar enfermos en el hospital de Syracusa. En 1883 se trasladó a Honolulu (islas Hawai) para organizar la asistencia a los leprosos, siguiendo al padre Damián.
En 1873 el padre Damián de Veuster -de la Congregación de los Sagrados Corazones, proclamado beato por Juan Pablo II el 4 de junio de 1995 y conocido como el apóstol de los leprosos- había llegado a la isla de Molokai para cuidar a los enfermos de lepra allí enviados por las autoridades.
Siguiendo su huella, la Madre Mariana llegó a los mismos lugares donde trabajaba el padre Damián y en 1889, cuando muere el misionero, continuó su obra de asistencia y reintegración social de los leprosos. Así lo hizo hasta su muerte, en 1918.
Las hermanas de la Tercera Orden de San Francisco de Syracusa son actualmente unas 450 religiosas, presentes en diversos estados de América del Norte y del Sur, y en Africa.
Trabajan en el campo de la educación, atención de la salud, servicios sociales, acogida a los sin hogar, casas para enfermos crónicos y adultos y acogida de refugiados. EFE
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