Vilanova, de 93 años, murió el lunes en la tarde y su familia aún debe decidir si será sepultada en Costa Rica, donde vivió sus últimos años, o en Guatemala, la patria de su marido, dijo su hijo Jacobo Arbenz.
Arbenz ganó la presidencia en 1951, después del gobierno de Juan José Arévalo (1945-1951), período conocido como la “Primavera Democrática de Guatemala”, que llegó abruptamente a su fin en 1954 por un golpe instigado por la CIA, la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos, que lo consideraba un comunista.
Hija de una familia acaudalada de El Salvador y educada en escuelas de monjas y en Estados Unidos, Vilanova se casó con Arbenz en 1939, decisión que le costó ser desheredada. La pareja tuvo tres hijos, entre ellos Jacobo.
Durante su exilio, Arbenz y su mujer vivieron en varios países de Europa, así como en Cuba y México, donde murió el exmandatario en 1971. Posteriormente su familia se trasladó a Costa Rica.
La viuda del expresidente dejó un testamento que será leído por su familia y en el que habría dado instrucciones de dónde quería ser sepultada, dijo su hijo.