Mar del Plata (Argentina), 31 oct (EFE).- Los vecinos de la ciudad argentina de Mar del Plata presenciaron hoy con algunas quejas y cierto nerviosismo la puesta en marcha del "blindaje" de seguridad montado por la IV Cumbre de las Américas.
A cuatro días del inicio de la reunión de los presidentes de 34 países del continente, una amplia zona de Mar del Plata se pareció más a una ciudad fantasma que al centro turístico que cada verano acostumbra recibir a millones de visitantes.
Es que a partir de hoy unos 60.000 marplatenses quedaron cercados por una "zona de exclusión" compuesta por tres "anillos de seguridad" en los que se concentra la mayoría de los 9.000 policías y militares dedicados a vigilar la ciudad durante la cita panamericana.
Para poder acceder a ese sector de la ciudad, por donde permanentemente sobrevuelan helicópteros, el requisito ineludible es portar una credencial que las autoridades entregaron a los vecinos en los últimos días.
Sin embargo, hoy se registraron numerosas discusiones entre particulares sin pase que pretendían traspasar los vallados y uniformados desplegados en nueve accesos peatonales y tres para vehículos.
La "zona de exclusión" abarca unos cuatro kilómetros de largo por 600 metros de ancho en la franja costera de Mar del Plata, ciudad situada a orillas del Atlántico y a 400 kilómetros al sur de Buenos Aires.
"Es una vergüenza. Mire lo que es esto", dijo a EFE María Vázquez, una vecina que paseaba su perro por una playa marplatense donde sólo había decenas policías apostados sobre la arena y una embarcación de los guardacostas que recorría las aguas.
La mujer reconoció que algunos pobladores resolvieron abandonar la ciudad durante esta semana "porque no querían vivir encerrados" y "también por miedo a algún atentado" relacionado con la presencia de los gobernantes de 34 países del continente.
Pero las medidas de seguridad apenas comenzaron a ponerse en marcha y se incrementarán a medida que se acerque el inicio de la cita presidencial, que comenzará el próximo viernes y durará dos días.
A partir del jueves y hasta el sábado, ningún vuelo comercial o privado que no traslade a jefes de Estado y de Gobierno o sus comitivas podrá ingresar en un radio de exclusión de 176 kilómetros que tiene como epicentro a Mar del Plata.
El despliegue de medios terrestres, aéreos y navales es tal que hoy se formaron nutridos grupos de personas frente a los vallados que, ante consultas de EFE, aseguraron que sólo se habían acercado a ver a los barcos, aviones, helicópteros y vehículos que pasaban por allí.
En Mar del Plata, que tiene unos 700.000 habitantes, mañana, martes, dará comienzo la III Cumbre de los Pueblos de América, opuesta a la de los gobernantes y en cuyo marco el viernes se realizará una marcha de repudio a la presencia del presidente de los Estados Unidos, George Bush. EFE
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