El Gobierno de China, un país con cientos de lenguas y dialectos diferentes, va a aumentar los es fuerzos para que el chino mandarín, la lengua oficial, pueda ser usado en todo el país antes de 2010 y sea conocido en 2050 por sus 1.300 millones de habitantes, informó el viernes un responsa ble del Ministerio de Educación.
Estas metas gubernamentales se han hecho públicas unos días antes de que comience la Semana de Popularización del Mandarín (del 15 al 21 de septiembre), un acontecimiento que se celebra to dos los años en la tercera semana de este mes para promocionar el idioma entre la extensa población de este país.
La campaña no solo está dirigida a los habitantes de las cincuenta y seis minorías étnicas chinas (tibetanos, uygures, mongoles, dong, yi, zhuang, hui...) sino también a la mayoría han (más del 95 por ciento de la población total), ya que aunque casi todos ellos conocen el chino escrito tienen diferentes formas de lenguaje hablado.
Esto hace que, por ejemplo, un ciudadano de Shangai tenga las mismas dificultades para entender a un pequinés que las que puede tener un hispanohablante para comprender a alguien que habla en portugués.
En la próxima semana se celebrarán en el país conciertos, concursos y se emitirán programas es peciales de televisión y anuncios publicitarios para promocionar el mandarín, lengua que los chinos llaman putonghua (habla común).
El mandarín es un idioma estandarizado basado sobre todo en el dialecto de Pekín, por lo que su aprendizaje y uso es complicado especialmente para los chinos del sur, donde se hablan dialectos como el cantonés (Cantón, Hong Kong y alrededores) el wu (Shanghai), el min, el xiang, el gan o el kejia.
Para los chinos del sur, por ejemplo, es complicado diferenciar los sonidos "n" y "l" que existen en mandarín pero no en el cantonés u otros dialectos.
Y, en muchas ocasiones tienen que comunicarse con papeles escritos si tienen que decirle algo a un chino del norte.