
Con tan solo 12 watts de energía el cerebro es el órgano que tiene a su cargo el control de todos nuestras decisiones, pensamientos y acciones. Su complejidad asombra a los científicos, quienes utilizan los suyos al máximo para intentar descifrar el enorme poder y los misterios encerrados en esa masa de materia gris sin la cual, seríamos similares a las plantas.
La fascinación que emana de este conocimiento, mezclada con la derivada por la magia, una de las formas de entretenimiento preferida por el público de todas las edades, es la irresistible combinación que nos ofrece NatGeo en
Hasta ahora los televidentes hemos visto programas en donde se revelan los pormenores de los trucos de los grandes magos, pero nunca antes, ni de manera tan impactante, habíamos tenido la posibilidad de disfrutar de un programa de entretenimiento, de alto nivel, en donde se descubre ante nuestros ojos el conocimiento científico aplicado por grandes ilusionistas, como David Copperfiel y Apollo Robbins.
Este conocimiento del funcionamiento del cerebro humano es indispensable para realizar con éxito sus asombrosas ilusiones. Los grandes magos conocen la psicología humana tanto como un científico, y esta nueva serie nos invita a ser testigos de cómo esta erudicción se convierte en materia prima para la elaboración de sus ilusiones.
Buena parte de la magia moderna se logra mediante el aprovechamiento de los trucos mentales que continuamente elabora el cerebro humano para moldear la forma en que vemos e interpretamos el mundo que nos rodea. Este conocimiento es básico para engañar el cerebro y lograr los efectos deseados en la audiencia. Es así como Copperfield, Robbins, y otros magos clase triple A logran alcanzar gran notoriedad con sus espectáculos.
¿Quién no ha visto las proezas de David Copperfield, como la desaparición de la Estatua de la Libertad o sus comunes desmaterializaciones? Robbins, si bien es menos conocido en nuestra geografía, posee un impresionante récord de actos públicos en donde hasta ha logrado burlar al mismísimo servicio secreto estadounidense.
Parte de la explicación de por qué estos magos pueden engañar al público una y otra vez, aún y cuando la gente vaya preparada para no caer en la trampa, radica en el hecho de que el cerebro está diseñado para dar sentido a lo que ve, escucha, huele, toca y degusta. Nuestra habilidad para entender oraciones incompletas o elaboradas con las letras en desorden es posible gracias a la capacidad de nuestro cerebro de completar los “espacios en blanco” a partir de sugerencias y expectativas. El trabajo de los magos es utilizar su conocimiento de cómo funciona el cerebro para tenderle trampas de las cuales les sea imposible escapar.
Por eso, una gran interrogante que surge cuando nos confrontamos con estas debilidades del cerebro es: ¿son nuestros cerebros confiables? Quizás no tanto como creemos.
Para demostrarlo,
¿Creería usted posible que alguien transmute su apariencia en frente suyo sin que usted lo note? ¿O que el fondo, ropa y accesorios de una escena sean modificados sin que usted se percate? En el primer episodio de la serie,
“Como ilusionistas nosotros tomamos todos los conceptos que tiene la gente y los usamos para poner el mundo al revés. Si puedes desviar su atención hacia otro lado a placer, habrás hecho tu trabajo correctamente”, explica Copperfield cuya extraordinaria habilidad para manipular la atención del público y producir ilusiones espectaculares es ampliamente reconocida. Su socio Apollo Robbins complementa la idea: “Todos nosotros creemos poner atención a nuestro mundo alrededor, pero por más extraño que suene, eso es tan solo una ilusión”.
Robbins, quien conversó con
Robbins aprovechó la oportunidad para resaltar la transparencia de la magia pues, a pesar de que se “engaña” a la gente, se trata de un contrato social entre ellos, los magos, y el público que acepta ser “engañado”.
Valga mencionar que Robbins posee un gran talento como actor, orador y consultor y este conjunto de destrezas le han significado fama y reconocimiento.
El “Caballero ladrón”, como se le conoce por su mezcla “dinámica de sustracciones, prestidigitación y estafas” es dueño de una increíble habilidad para advertir al participante de que está a punto de ser robado para luego hacerlo en sus narices. Así lo hizo con miembros del Servicio Secreto estadounidense, a quienes despojó de sus relojes, billeteras e itinerarios confidenciales mientras entretenía al expresidente Jimmy Carter.
El 2do episodio,
Como si se tratara de una película, un estudio de Hollywood sirve de escenario para que los realizadores de
El último episodio de la serie trata sobre los misterios de la memoria. Filmado en las calles neoyorquinas, una historia policiaca se convertirá en un desafío para los televidentes, quienes deberán poner a prueba su memoria.
Acá veremos cómo poder identificar correctamente a una persona culpable, ubicada en una línea de sospechosos, no es tan fácil como parece. La memoria –sin siquiera estar consciente de ello– puede jugarnos una mala pasada. Más que cualquier otra función del cerebro, la memoria define a cada persona como un individuo único, pero cuando tratamos de recordar, las cosas no son siempre lo que parecen. Se suelen olvidar detalles y no solo eso, el recuerdo cambia y el cerebro hasta es capaz de crear algunas falas memorias. Lo que saben los especialistas sobre cómo hace el cerebro para crear y recuperar recuerdos es algo que, según prometen los productores del
Todo estos ingredientes hacen de