EN LA ERA INDUSTRIAL aparece un tipo diabólico dispuesto a dominar el mundo o a destruirlo. Sucede en 1899. Ante eso, un grupo de héroes, génesis de los superhéroes actuales, se dispone a dar la lucha. Así se arma la acción en la película La liga extraordinaria (2003), dirigida por Stephen Norrington.
Lo curioso es que esos paladines son personajes de los más distintos libros de aventuras. Allí está Allan Quatermain (Sean Connery), audaz aventurero, líder del grupo, personaje creado por el escritor inglés Henry Rider Haggard (1856-1925) y héroe de la novela Las minas del rey Salomón .
También está Tom Sawyer (Shane West), convertido en renovado espía yanqui, surgido de la narrativa del estadounidense Mark Twain (1835-1910) en la novela Las aventuras de Tom Sawyer .
Aunque usted no lo crea, también se mete en el grupo Dorian Gray (Stuart Towsend) con su deseo de inmortalidad. Se trata del personaje creado por el irlandés Oscar Wilde (1854-1900) para su novela El retrato de Dorian Gray .
Además, vemos el Nautilis con su famoso capitán Nemo (Naseeruddin Shah), mejor conocido en Veinte mil leguas de viaje submarino , según la pluma del francés Julio Verne (1828-1905). También se les une Rodney Skinner (Tony Curran), quien se robó la poción para ser invisible y se la cachó al original, o sea: al personaje de la novela El hombre invisible , escrita por el inglés H. G. Wells (1886-1946).
Otros a bordo de esta liga son el doctor Jekyll y míster Hyde (Jason Fleming), quienes llevan el bien y el mal en una sola naturaleza humana, según el relato El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde , escrito por el inglés Robert Louis Stevenson (1850-1894). Para completar la liga tenemos una mujer de colmilludos poderes vampirescos, se trata de Mina (Peta Wilson), de la novela del irlandés Bram Stoker (1847-1912): Drácula .
Pues bien, esa liga extraordinaria debe enfrentarse a un poderoso enemigo llamado Fantasma (Richard Roxburgh), quien resulta ser James Moriarty, famoso Napoleón del crimen según la narrativa detectivesca del inglés Arthur Conan Doyle (1859-1930).
Hay más: todo ese apretujo literario convertido ahora en película viene de una novela gráfica (cómic) escrita por Alan Moore y dibujada por Kevin O'Neill, con todos los cambios y licencias que el cine siempre se permite en estos casos (como por ejemplo: poner a un hombre como líder del grupo, en lugar de Mina, para sacarle jugo a la presencia del actor Sean Connery; pero quita la ironía contra el machismo).
El filme toma sus ratos para ayudar a conocer los personajes, lo que le resta intensidad y suspenso; pero es innegable que estamos ante una cinta hábil como cine de acción, bien actuada y con recursos bien empleados para emocionar al espectador.